“El dedal de oro es
una planta silvestre cuyas radiantes florcitas doradas
se abren al sol y se cierran en forma espontánea
a la oscuridad. En los meses fríos permanece oculta
bajo tierra, y en primavera revive con generosidad en
los campos, laderas y cumbres del Cajón del Maipo.
Es muy resistente a la sequedad y a los maltratos en general.
Antes cuando corría el trencito que se internaba
por el valle maipino, los dedales de oro adornaban con
humildad y alegría los largos tramos de la vía
férrea. El dedal de oro se ve frágil, pero
siempre revive, aún en las condiciones más
inhóspitas”.
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