:: MUSICANTES.
   Los sistemas musicales.

Por: Gastón Soublette Asmussen.

Las más antiguas formas de música, como decíamos en nuestro artículo anterior, se dieron en los ritos de los chamanes cazadores del paleolítico. Ese estadio de evolución de la música puede ser llamado del “sonido ritual”, y es el que comparativamente ha durado más tiempo. Son decenas de miles de años durante los cuales los chamanes cantaron e hicieron sonar instrumentos siguiendo la tendencia de su inspiración mágica. Con todo, el hallazgo de una flauta de cuatro orificios en la caverna de Chauvet en Francia, que data de hace veintisiete mil años, nos puede poner en la pista de una tendencia a organizar la emisión sonora conforme a tonos e intervalos que pudiera atemperar un tanto la creencia de que los chamanes cantaban y tocaban con absoluta libertad y capricho. Es probable que la perfección del diseño y el colorido en las pinturas rupestres fuera a parejas con un manejo más formal y restrictivo de las posibilidades de emisión sonora; lo cierto es que después de tantas decenas de miles de años, con el advenimiento de las culturas, la organización tribal y las naciones, el estadio del sonido ritual pasó a la etapa de los “sistemas musicales”. Sistema en el sentido de organización canónica de las gamas de tonos que rigen el canto y la ejecución instrumental, y generan lo que en música se denomina la melodía.

Nosotros hemos conocido los sistemas musicales de las culturas más desarrolladas, como es el caso del sistema pentafónico de la música china, de la música celta y de la música americana andina. Hemos conocido también los sistemas tonales del medio oriente y sobre todo los famosos “ragas” de la India, pero en realidad todos los pueblos que crearon culturas urbanas, incluido el pueblo de Israel, generaron sus sistemas tonales y las modalidades melódicas que les son propias. Así por ejemplo, la antes mencionada gama pentáfona de China, utilizada también por celtas y quechuas, genera melodías en extremo diferentes según las tradiciones musicales de cada cultura, en circunstancias que la gama en los tres casos es la misma. Pero con el advenimiento de los sistemas musicales en las grandes

Matisse, La Danza

Raga. Detalle de una miniatura tradicional india.
culturas la práctica musical del sonido ritual no terminó en el mundo, pues hay muchos pueblos indígenas en los que aún su cultura musical consiste en la emisión de sonidos instrumentales vocales con un propósito ritual. La música del culto mapuche en las rogativas solemnes es en esencia música constituida por la emisión de sonidos no organizado en gamas canónicas, aunque sí en el marco restringido de un intervalo determinado y con ciertas modalidades según la región, lo cual es tan válido para el canto como para la ejecución instrumental.

Cabe hacer notar, sin embargo, que el paso del estadio evolutivo del sonido ritual al de los sistemas musicales trajo como consecuencia la subordinación del sonido, como emisión vibratoria pura, a la organización de la gama y a la concepción de melodía. Hago notar esto, porque la pura emisión sonora con propósitos rituales está basada en la intuición que el chamán tuvo y tiene aún de que el sonido por su inmaterialidad y ubicuidad es un fenómeno prodigioso ideal para abrir un acceso del hombre al mundo invisible. Por eso todo rito emplea música (instrumental o vocal) con el objeto de extender los poderes humanos hacia el ámbito de los espíritus.

Debemos destacar también que desde la noche de los tiempos el hombre ha asociado de un modo inseparable la emisión de sonidos a una secuencia rítmica. Se puede decir, en ese sentido, que la secuencia rítmica ha sido la primera forma de organización del fluido e informe mundo de los sonidos, anterior a la constitución de los sistemas musicales o gamas canónicas.

Curiosamente todo lo dicho sobre la forma más primitiva de la música ha vuelto a estar vigente en la música contemporánea... El trabajo de los compositores de la avanzada musical, desde la escuela atonal de Viena a nuestros días, consiste en la emisión de sonidos asociados en una polifonía, independientemente de todo supuesto musical tradicional. Se trata, en mi opinión, de una regresión mítica inconsciente que busca a tientas restablecer en nuestras prácticas musicales la actitud chamánica de usar vibraciones sonoras para alcanzar un mundo “otro”, diferente a este mundo.