LA
PALABRA DE MARÍA.
Ahora que comienza el Nuevo Día
y que atrás quedó Belén con sus
milagros
bendigo una vez más a Dios por tu presencia
y le pido con ardor que guíe tus pasos.
Ahora que has visto un poco de esta tierra,
y que en ti los Dones de la Vida han sido Uno
debo decirte algo importante,
hijo mío,
ponme atención,
hermano de todos,
antes de que cruces para siempre el umbral
de la inocencia:
Quiero decirte
que más allá de donde habita
el Maestro del Dolor
está tu Verdadera Casa;
más allá del temor, la ignorancia, el
orgullo,
el egoísmo,
está el Reino de tu Padre, que te aguarda.
En el camino ascendente del guerrero,
en el Tao solitario de la Sabiduría,
en el laberinto boreal de la conciencia,
es allí la Morada del Maestro del Amor,
es allí donde debes golpear puertas y ventanas.
Tal vez no lo entiendas ahora,
sólo te pido que no desfallezcas,
come del fruto infinito de la Paciencia
sin entregarse al odio o la violencia.
Cuando
ames, hazlo a corazón abierto,
derramando tu fuego sagrado en cada espacio
vacío del Universo.
No discrimines ni juzgues a nadie
por apariencia o por sexo.
Escarba con uñas y dientes
en busca de la Verdad
y profundiza con inteligencia en cada mirada,
cada momento, cada sensación que se te presente,
porque cada segundo es único.
Lleva a Dios contigo y muéstralo en cada sonrisa,
en cada palabra, cada gesto,
para que el mundo te reconozca y te cuente
sus secretos.
Enseña con el ejemplo
la pureza del cuerpo y del alma.
Alegra y llena de sentido la vida de aquél
que te acompaña.
Comparte lo aprendido con quien te lo pida,
porque la luz es para todos y no tiene medida.
Tampoco
olvides, amado mío:
En tu corto periplo de existencia,
gozar la bondad del sol
aprender del árbol en su ciencia
saludar de vez en cuando al Río
y rezar a los pies de la montaña.
Asómbrate sin cesar
con lo hermoso de lo simple
porque todo en la Tierra proviene de Dios.
Camina con respeto en cada lugar que visites.
Sé paciente y de corazón sencillo
no ambiciones las perlas del Poder
ni lucres con aquello que no está permitido.
Trabaja con cariño, aliméntate sano
y sin excesos,
porque sólo así podrás ser
luz en la oscuridad.
esperanza en medio del caos
poesía en la pobreza.
canción en tiempo de muerte...
Y sobre todo, Hijo querido,
no renuncies a tus anhelos,
no traiciones tus principios,
no huyas ni te desdigas;
lucha con fortaleza de espíritu
(que bien sé que tienes de sobra),
confía en tu estrella y en tu Dios...
y de ser necesario,
si Él te lo pide
para cumplir su sueño,
¡no dudes
AMOR
en dar la vida