:: PREÁMBULO.
   El día de los enamorados.

Por: Juan Pablo Yañez Barrios.

El día de los enamorados, o del amor, o de la verdadera amistad, tiene su origen por allá en los años 200 después de Jesucristo. La leyenda dice que por aquellos tiempos vivía en Roma un cruel emperador llamado Claudio III, quien había ordenado que su pueblo adorara a varios dioses. Así, los cristianos quedaban fuera de la ley y podían ser castigados con la pena de muerte por tener un solo Dios. Entre estos cristianos estaba Valentino, sacerdote que humildemente se dedicaba a cultivar su fe, sin temer las amenazas de muerte.

Un día fue arrestado y encerrado. Pasó el tiempo. Valentino lo aprovechaba leyendo e instruyéndose, lo que era observado con buenos ojos por su carcelero, quien tenía una hija, Julia, que era ciega de nacimiento. Poco a poco fue tomando fuerzas en la mente del carcelero la idea de traer a su hija a la prisión para que el cautivo, hombre sabio, la instruyera. Y así fue. Julia, preciosa en todos los sentidos, no tardó en captar los tesoros de sabiduría que Valentino le iba transmitiendo a través de la literatura que le leía, la ciencia que le enseñaba y la gozosa espiritualidad que le transmitía. De este modo, ella comenzó a conocer el mundo a través de los ojos de Valentino, y lo quiso tanto, y confió tanto en él, que su oscuridad se alumbró con la certeza de que la esencia de la vida estaba en la comprensión y el amor.

 

La Calchona

Los Enamorados, del Tarot de Dalí.

Afirmada en la certidumbre de la fe, Julia pedía llegar a tener el don de la visión para ver con sus ojos todas las cosas que sólo conocía a través del amor a Valentino, ese amor que en su corazón crecía como el amor por la vida, o el amor al misterio de Dios. Un día se arrodilló frente a Valentino, le tomó las manos, y, juntos, elevaron sus fuerzas pidiendo que los ojos de Julia también se abrieran en su cuerpo físico. Fue entonces cuando una gran luz radiante iluminó la estancia y Julia pudo ver.

Poco antes de morir, Valentino le escribió a Julia pidiéndole que siempre viviera en el amor y la fe. Firmó con un Tu Valentino. Fue ejecutado el día 14 de febrero de 270. Julia cultivó un almendro rosado junto a su tumba. Hoy, el almendro es símbolo de amor y amistad, y el 14 de febrero es el día de San Valentín, Día de los Enamorados.