:: INCÓGNITAS.
   Ovnis en los Cielos del Cajón.

Por: Eduardo Astorga Barriga.

Hace unos meses vinieron a Lagunillas, cordillera de San José de Maipo, centenares de personas a presenciar los ovnis anunciados por los noticieros. Nuestra propiedad agrícola turística está en línea recta con Lagunillas, separada por montañas que descienden al angosto valle del Maipo por una distancia no mayor de 15 a 20 kilómetros de los campos de Ski de Lagunillas.

En uno de esos días que se juntaron cientos de personas en Lagunillas a observar los ovnis, yo estaba sentado en el corredor de mi casa en San Alfonso, al lado poniente del Río Maipo, contemplando el valle y el faldeo cubierto de densa vegetación típica de la precordillera de la región. De repente, en una parte despejada de vegetación del cerro Fajas Blancas, al lado oriente de este angosto valle, surgió un objeto irradiante, posado en el faldeo del cerro, con brillo acerado, del tamaño de un platillo. Me llamó tanto la atención que llamé a dos empleados que en ese momento estaban cerca, quienes también lo vieron. Nuestra asesora tuvo tiempo para traerme los anteojos largavista. El objeto irradiante lentamente principió a absorberse y se esfumó. Con el fin de cerciorarnos bien de esta extraña y nítida visión, al día siguiente fuimos a caballo a inspeccionar el lugar preciso donde vimos el objeto, fácilmente ubicable con puntos de referencia establecidos con claridad. El lugar lo recorrimos metro a metro y no encontramos la más insignificante huella: ni yerba quemada, ni materia que pudiese brillar con el sol.

Si no hubiese ocurrido un hecho increíble, no pensábamos dar a conocer este fenómeno visto a menudo, en otras partes y en distintas circunstancias y formas. El 29 de septiembre del año recién pasado, en un momento muy aproximado a la hora en que vimos el objeto irradiante hace alrededor de cinco meses, tipo 16:00 horas, reposando bajo el mismo corredor, ahora con enredaderas y macetas florecidas, apareció en el mismo sitio de la vez anterior el objeto luminoso. Nuestra asesora, Maribel Muñoz, la misma de la vez anterior, alcanzó a verlo al final de su permanencia, cuando principiaba a absorberse.

Esta increíble e inexplicable coincidencia de la presencia del mismo objeto de la vez anterior, exactamente en el mismo lugar, prácticamente a la misma hora, son aportes de información de visitantes que nos deja expectantes y abismados ante un claro mensaje de un mundo en la inconmensurable inmensidad de este abstruso y misterioso universo.