:: PREÁMBULO.
   
Tres Años.

Por: Juan Pablo Yañez Barrios.

Con la edición de este número para octubre y noviembre de 2005, esta revista cumple tres años de vida, y así comienza su año cuarto. El esfuerzo para sacarla adelante ha sido grande, y, quizás por eso mismo, ha valido la pena, pues el aprendizaje también ha sido grande. Es mucha la gente que ya identifica la revista Dedal de Oro con el Cajón del Maipo. El objetivo de dar a conocer nuestra zona en otros lugares se cumple. La revista se distribuye en varias comunas de la Región Metropolitana y llega a otras regiones del país y al extranjero por medio de suscripciones, y su sitio web es visitado desde los lugares más alejados del mundo.

El esfuerzo, unido a la honestidad, lo logra todo. Y también la calma, pues siempre hay piedras en el camino, y la serenidad es la mejor forma de sortearlas. La piedra más grande, como

    suele suceder, tiene que ver con los dineros, cómo no, y, sin embargo, aquí estamos, gracias a la labor de muchos colaboradores –que con sus trabajos dan forma a la revista- y al apoyo de muchos auspiciadores –que con su avisaje entregan el piso económico-, todos ellos amantes de la cultura.

Hemos crecido, vamos y seguimos creciendo, pero el camino es largo. No nos ponemos metas, vivimos el día a día, confiamos en el desarrollo pausado, el que se hace solo, el que sigue el curso natural de los acontecimientos, sin imposiciones de ambición ni pretensiones de liderazgo. En su signo “La Evolución”, el libro de sabiduría I Ching dice: Todo influjo ejercido a la manera de los agitadores carece de efecto duradero. Dedal de Oro no es agitador, no busca la rencilla. Por el contrario, intenta sembrar la armonía y el buen entendimiento, que son los fundamentos para lograr una comunidad diversa -tal cual es el ser humano- pero también solidaria y tolerante. Eso queremos para el Cajón del Maipo y para todos y cada uno de sus habitantes.