::  FAUNA NATIVA.
    Animalitos en peligro.

Visita de Dedal de Oro al Centro de Reproducción de Fauna Nativa.

Nuestro territorio cajonino, rodeado de montañas pero al mismo tiempo fácilmente accesible, posee características que invitan a la implementación de organismos que se dediquen al desarrollo de la sustentabilidad, el ecoturismo y la ciencia. Sin embargo, a pesar de estas buenas condiciones naturales, hay un grave obstáculo a superar: la nula educación medioambiental en la región. Por ejemplo, debido al desconocimiento de las virtudes de nuestra fauna, la caza ilegal es pan nuestro de cada día.

Lo anterior fue la gruesa pauta que motivó a algunas personas a crear en nuestra región un centro de desarrollo de la fauna en que la conservación y la educación ambientales fueran los actores principales. Por otra parte, el proyecto también se inspiró en la necesidad del SAG de contar en el país con espacios dedicado a las funciones de protección a especies con problemas de conservación. Hablamos del Centro de Reproducción de Fauna Nativa, que pretende resguardar y rehabilitar (para posteriormente ser liberadas) a diferentes especies de animalitos, acción que debe estar secundada por un plan de educación ambiental a la comunidad local.

Este Centro está emplazado en el Santuario de la Naturaleza Cascada de Las Animas, declarado tal por el Ministerio de Educación el 16 de agosto de 1995 y ubicado en San Alfonso. Corresponde a un área silvestre protegida, privada, que se extiende por un ecosistema montañoso de clima mediterráneo, despertando gran interés para la realización de estudios zoológicos, botánicos, de ecología y de formaciones naturales a lo largo de sus 3.600 hectáreas de montañas, acantilados, bosque nativo, quebradas, vertientes, esteros y flora propia de la zona. Estas características le dan una biodiversidad particular, que es necesario proteger con acciones concretas y proyectos que involucren a la comunidad que la habita. En este sentido, se pretende desarrollar un Área de Educación Ambiental que planificará clases teóricas en la escuelas de la zona, como también salidas a terreno que lleven a los alumnos a interactuar con los animales alojados en el Centro. A travésde éste vínculo con la comunidad se busca generar conciencia de la importancia de la conservación de la biodiversidad y de la ecología como un concepto de responsabilidad compartida.

Este proyecto se ha creado con iniciativas sin fines de lucro. Hasta ahora ha funcionado de manera precaria pero organizada, con la participación destacada de Ximena Contreras, del SAG, de Oriana Astorga como coordinadora en terreno, y de Francisca Astorga y Maicha Bassin, la primera egresada de Veterinaria de la Universidad de Chile y la segunda aún estudiante de esa carrera. La acción y el financiamiento ha provenido de privados y voluntarios. Se busca implementar el rescate y cuidado de ejemplares de la fauna silvestre, especies en categoría de conservación vulnerable o protegidas por la Ley de Caza. Los animalitos son entregados al Centro por particulares que los hayan rescatado y por organismos estatales como el SAG. A la fecha el centro

La Pudú llegó al SAG donada por un particular. Ahora ella habita en uno de los recintos más grandes del Refugio.

En el Refugio tenemos a Wilo, un puma que llegó muy pequeño.

La Yaca es uno de los pocos marsupiales que existen en Chile. Hasta hoy sólo ha llegado uno al Refugio Animal, traído por un particular. Fue liberado.

Estos tricahues, al no poder ser liberados, son destinados a reproducción o a futuros programas de educación ambiental. Tanto el choroy, como el tricahue son aves con problemas de conservación en nuestro país.
ha recibido 65 animales, entre aves, mamíferos y reptiles nativos. Pero hay mucho que hacer, empezando por obtener los recursos para desarrollar, a corto plazo, la educación ambiental a nivel local, de modo que, a largo plazo, puedan darse los conocimientos empíricos de la acción necesaria para la reinserción en el ecosistema de distintas especies animales, considerando hacia el futuro proyectos de restauración ecológica e investigación biológica. Para llevar a cabo todo esto es necesario la colaboración de entidades públicas y privadas. El Centro está abierto para el recibo de cualquier auspicio que facilite la continuación de esta iniciativa de conservación.