:: SEXUALIDAD
    ¿Homosexualidad o Transexualidad?

Por: Vania Ríos Molina.

Con frecuencia se piensa que la homosexualidad supone un conflicto de identidad sexual. En otras palabras, el sentir “haber nacido en un cuerpo equivocado”. Esta afirmación se sustenta, por ejemplo, ante la insistente pregunta de quién asume el rol masculino en una relación de lesbianas, dando por sentado que una de las integrantes de la pareja reniega de su femineidad adoptando el papel del sexo puesto.

Evidentemente, existe una confusión de conceptos en relación con este tema. Vamos por parte.

La palabra homosexual deriva del griego homos, que quiere decir, lo mismo, igual. La RAE, define el término como inclinación hacia la relación erótica con individuos del mismo sexo. Por lo tanto, la homosexualidad no tiene que ver con un conflicto de identidad de la persona, sino que se relaciona con la orientación, es decir, hacia quién se dirige la preferencia sexual. Tanto los hombres como las mujeres pueden ser llamados homosexuales, pues esto no es otra cosa que sentir atracción por personas del mismo sexo, lo que no significa, necesariamente, renegar del propio. La cuestión es simple: Si un hombre siente atracción por otro, no deja de ser ni de sentirse hombre. Si una mujer se enamora de otra mujer, no deja de ser ni de sentirse una de ellas.

El error en la mayoría de las personas surge al confundir la homosexualidad con la transexualidad, la que sí está relacionada con un conflicto de identidad y alude a quienes sienten una contradicción entre su sexo físico y el psicológico. Un hombre transexual, por ejemplo, es alguien que fue identificado como mujer al nacer debido a sus genitales, pero que se identifica como hombre. Cabe señalar que la asociación de genitales y la identidad de género varía de cultura en cultura, por lo tanto, no hay que asumir que una variante es anómala, pues eso contribuye a la estigmatización y a la proliferación de prejuicios.

En ocasiones un sujeto transexual, al sentirse identificado con un sexo distinto al que se le asignó al nacer, recurre al travestismo, que consiste en vestir ropas del sexo opuesto. Este vocablo se refiere a personas de sexo masculino que adoptan de forma permanente los modos culturales, vestimenta y manera de arreglarse convencionalmente aceptados para la mujer, modificando algunos su cuerpo, mediante el uso de hormonas y hasta cirugías con el objeto de tornar femenina su anatomía. Usualmente no se utiliza este término para referirse a personas de sexo femenino que adoptan los modismos culturales masculinos.

Homosexualidad, transexualidad y travestismo son algunas de las innumerables variaciones que existen de la vida sexual y representan la libertad y el legítimo derecho de las personas a practicar su sexualidad de la manera que ellas decidan, siempre que estas prácticas no afecten la integridad física y moral del resto de la comunidad.