Cuando
los encuentro en la calle me piden que vuelva a contarles mis cuentos. Espero
hacerlo pronto. Siento una gran satisfacción de haber logrado llegar a
ellos. Están sedientos de nuevos conocimientos. Son hermosas pequeñas
esponjas que absorben con rapidez todo lo nuevo. Lugares
como este fueron la cuna de Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Nicanor Parra y tantos
otros literatos chilenos que nos cubren de gloria. En San José de Maipo
está la casa de Eduardo Barrios, en la cual florece “El Dedal de Oro”.
También estamos favorecidos por artesanos, escultores, poetas y literatos.
Es el Cajón de “las verdades ocultas”, como me dijo el gran Nicanor. Tanto
que queda por hacer en este Cajón maravilloso.
¿Y
los niños? Están ahí escuchándonos, mirándonos
con sus ojitos curiosos, sonriendo con sus caritas pícaras, esperando que
los mayores les entreguemos las herramientas que les permitan hacer de este mundo
un planeta más justo y mejor. Quieren realizar la obra que fuimos incapaces
de hacer, construir en vez de destruir, amar en vez de odiar.
Suena
la campana, se iza la bandera de la Estrella Solitaria, se canta la Canción
Nacional: …Majestuosa es la blanca montaña, que te dio por baluarte el
Señor…. La Cordillera se hincha de orgullo al escuchar las vocecitas que
le envían las estrofas llevadas por el viento Raco o el del Norte que asoma
con lluvia o nieve.
Ellos
ríen, los de los “piesecitos azulosos de frío”, como los describió
la suprema maestra, nuestra Gabriela. Tienen la Esperanza de poder llegar a esa
lejana playa en que los espera el navío que los llevara por los océanos
del conocimiento o de la aventura. Unos quieren ser médicos, otros abogados,
otros marinos, otros volar por el espacio infinito.
Dicen
que el mayor pecado es la envidia. El Maestro nos dijo que era quitarle la inocencia
a un niño. Debemos educarlos en la inocencia, sin envidias, y fortalecerlos
en el conocimiento, de manera que nunca pierdan la esperanza de ser mejores que
nosotros. Dios lo quiera.
Entra
la fila a la sala. Se sientan en los bancos entre risas. Es el primer día
de clases del nuevo año. Ojala la vida les dé muchas alegrías
y pocas lágrimas.