Seré tu guardián
defenderé tu vida con la mía
con celoso afán.

Seré un vagabundo caminando mares
montañas y valles
para entregarte de mi amor
el más bello mensaje.

Seré un río que con su cauce
regará tu jardín, ahogará tu tristeza
y hará flotar tu alegre energía.

Seré una inquieta cascada
derramando pensamientos
en alegre y estridente poesía.

Seré un caballero que con armadura
de fuerza, amor, comprensión y ternura
tendrá en su dama el escudo que guiará
nuestro ejército triunfante
en las batallas de nuestra vida.

Seré el silencio de una llama extinguida
que a tu lado vuelve a arder
como un volcán explotando su emoción
y gritando al mundo
una incontenible alegría.

Te ama,
Manuel Irarrázabal B.
San José de Maipo, 1998.