Hola
queridos amigos. Mi nombre es Chrislaine Silva Barraza,
nací en Valparaíso hace 28 años
y actualmente vivo en Iquique, una ciudad de largas
noches calurosas y maravillosas puestas de sol. Con
todo el corazón he querido escribirles y contarles
que tuve la oportunidad de conocer San José de
Maipo. Toda mi vida soñé con estar junto
a una cálida chimenea, ver por las ventanas lo
mágico de la naturaleza, divisar esplendorosas
montañas, escuchar el silencio para al fin comprender
la inmensidad de mis fantasías, el poder de mi
amor inundándolo todo, para entregarme por completo
a los brazos de mi Adorado Mau... sin olvidar la compañía
y el aroma de un buen vino. Imaginen qué mejor
sensación que estar con mi complemento perfecto
en el lugar perfecto.
Gracias
a la fuerza de una historia de Amor,
he llegado hasta tus montañas nevadas,
me abrazaste tan fuertemente que mi alma se acongojó
de tan hermoso paisaje,
mis ojos vestidos de lágrimas se emocionaron,
fue en ese instante cuando pensé que estas lágrimas
se congelarían antes de tocar el suelo. Sentí
el poder de tu grandeza abrazando mi pequeña
persona,
suavemente con un soplido te llevaste todos mis sentimientos,
besaste mis mejillas y tiernamente acomodaste mi cabello
a tu antojo,
me arrodillé ante ti y sentí los hielos
de tus suelos inundando mi cuerpo,
escuché tus ríos resonando mientras se
abrían paso a un camino sin fin,
bellos colores me transportaron a mi infancia,
capturé en mi mente tan majestuoso lugar lleno
de paz y Amor,
has desnudado mi alma, me he enamorado de ti,
espérame una vez más, que regresaré......
pero esta vez será para siempre.
Así
es, estuve ahí, en lo alto del Cajón del
Maipo y recorrí lugares que jamás imaginé,
que ganas de quedarme para siempre en tan majestuoso
lugar. Al finalizar la tarde regresamos a San Alfonso
para servirnos algún plato especial. Comimos
unas deliciosas cazuelas, y también conejo con
papas doradas... Fue en ese mismo instante que una dama
muy amable nos facilitó la revista Dedal
de Oro. No me llamó la atención,
ya que preferí servirme tan delicioso plato.
Recién vine a leer la edición en el vuelo
de regreso a Iquique, y fue cuando dije por qué
no contarles mi experiencia tan renovadora y llena de
emociones. Con la mano en el corazón puedo decir
que he dejado una parte de mí. Hoy no soy la
misma, me siento mejor persona y estoy convencida de
que si alguien visita el Cajón del Maipo por
primera vez, se sentirá tan cerca de la grandeza
de Dios así como yo me sentí.
Cordialmente,
Chriss.