:: CRÓNICA DEL CAJON.
    Pumas.

Por: Juan Carlos Edwards Vergara.

Cuando llegaron a América nuestros afables antepasados conquistadores europeos, para ocupar los terrenos de los pueblos originarios usaron dos modos: esclavizar a los débiles y exterminar a los fuertes. Franceses e ingleses exterminaron a casi todos los indígenas del Norte que no se sometieron nunca, y los españoles y portugueses “esclavizaron” en encomiendas a los del Sur, excepto los pueblos azteca y caribe -exterminados junto a otros que no recuerdo- y mapuche -que se yergue altivo hasta nuestros días. ¿Qué tienen que ver esto con los pumas? Mucho.

El León de la Montaña pertenece a la familia de los félidos, dentro del orden de los carnívoros. Se clasifica como Puma concolor o Félis concolor. Se alimentaba de la fauna autóctona. Reemplazadas las llamas, huemules, guanacos, alpacas, ñandúes, quiques, zorros, etc… por caballares,
ovinos, caprinos, vacunos, gallinas, cerdos, etc…, buscan en estas nuevas especies su fuente de alimentación. Devastados los bosques y acosados por la civilización, los últimos sobrevivientes se refugian en los contrafuertes cordilleranos, adonde también llega el hombre y sus ganados. Y el puma también necesita comer. Y el cóndor. Y el águila. Y el peuco. Y todos los demás. Los ganaderos lo consideran un peligro para el ganado y es una especie amenazada en muchas partes. Tienen razón los ganaderos y el puma también. El problema es que “pagan el pato de la boda” esforzados campesinos, los más pobres, como siempre.

En este contexto, en mayo pasado, Marcela Labraña, Gobernadora de la Provincia Cordillera, coordinó un Cabildo Abierto con la comunidad y las autoridades del Cajón del Maipo. Se trataron varios temas, pero la principal preocupación fueron nuestros amigos félidos, los pumas.

Se acusa al SAG y a algunos prominentes latifundistas de la zona de propiciar su reproducción en forma irresponsable con fines turísticos. A mi amigo, don Jaime Vásquez, le mataron todos los potrillos. En el Colorado, a un solo campesino le mataron cincuenta ovejas. Se calcula una pérdida de más del 30% de las crías, más algunos animales débiles que fueron presa fácil.

El SAG se defiende, los latifundistas también. Los pumas cayeron del cielo como un “maná sangriento” dándose un festín con los pocos recursos con que cuentan los más pobres. En una reunión anterior, convocada por Francisco Astorga, Presidente del Comité Ciudadano, en la Posada del Fundador en San José de Maipo, sugerí un sistema similar al control de osos y alces en Canadá. El Jefe del SAG, en el Cabildo Abierto, dijo algo similar y que lo están estudiando. Que bueno que lo estudien. Ojalá sea rápido porque de lo contrario se va a acabar el ganado y, en venganza, también los pumas.

Todo esto trae un corolario: somos demasiados y muy depredadores. Tenemos que organizarnos para que sobreviva el planeta y, por ende, nosotros. Pero nadie quiere dar el primer paso. Pregúntenle a las grandes potencias, al G8.

La Parábola del Buen Pastor me recuerda que éste cuidaba sus ovejas sin dejarlas solas jamás. Si había una descarriada la iba a buscar con gran cariño y la incorporaba al rebaño. Los pastores de antaño llevaban un báculo y sus perros y así alejaban a los lobos y demás animales protegiendo sus animales. Para ser franco, no soy experto en como envían aquí estos ganados a las veranadas de la cordillera. Algunos llevan “pastores” vigilantes, otros quedan a su suerte y ahí aparece el puma.

Si fuera factible sugiero dos cosas: la primera, que el ganado lleve “pastores” con sus perros, y la segunda, que se regule la población de pumas si han sobrepasado la cantidad con que se puede alimentar de los recursos a los que “tiene derecho”. Por supuesto, aquellos que quieren tener muchos pumas tienen derecho a tenerlos, pero que los alimenten con su ganado y no con el ajeno.

Otra cosa que se dijo: “los perjudicados por la matanza de sus ganados no tienen tierras, pagan a los dueños de los grandes fundos de la zona para subir sus animales a los pastos”. Esto lo traigo a colación porque los jefes de servicio proponen reconversión de actividades tales como plantación de frutales y otras. ¿Y con qué ropa?, pienso yo. La mayoría sólo tiene una estrecha casa tipo “Copeva”. Pero tal vez lo más importante que se saca como conclusión, es que las medidas del gobierno y sus funcionarios deben ser analizadas con aquellos que serán afectados en cualquier sentido. Felicito a la linda Gobernadora por su iniciativa y ojalá les encuentre un financiamiento de compra de terrenos, para “la reconversión de actividades” y moderna crianza de animales, a mis amigos del Cajón.

Cajón del Maipo, Junio 2007.