:: MIRADA FORASTERA.
    Mal de Ojo.

Por: Rose Deakin, vecina inglesa de San Alfonso.

La señora Ignacia Abarca Avendaño es muy conocida en San Alfonso y en los alrededores de San José de Maipo. Es famosa como curandera. Nosotros (pues ahora tengo a mi hija, yerno y dos nietos viviendo conmigo por unos seis meses) tenemos el privilegio de conocerla como vecina de San Alfonso.

Un día, Missy, mi nieta de siete meses que tiene un carácter muy fuerte y a veces se pone muy difícil, se veía enferma, pero cuando la llevamos al hospital dijeron que estaba «impecable».
Alguien nos sugirió que tenía “Mal de Ojo”. ¿Qué es Mal de Ojo?, le preguntamos. La creencia es que algo malo puede entrar en una niña (o niño) inocente, proviniendo de una persona mala y pasando por la boca o la guata. Eso podría explicar no solamente su enfermedad, sino también su mal comportamiento.

Somos ingleses y los ingleses no creen en este tipo de cosas. Somos irreligiosos, escépticos, poco espirituales. Pero, en este caso, estábamos un poco desesperados. Por lo demás, después de pasar en Chile ocho años, en mi caso, y en el caso de ellos cinco meses, ya creíamos más en cosas “alternativas” o, incluso, espirituales. Aun en Inglaterra ahora se está empezando a aceptar la acupuntura y la homeopatía.

La señora Ignacia se hizo famosa curando a miles de personas, la mayoría niños y guaguas con Mal de Ojo. Ahora no practica mucho, pues se cansa al hacerlo porque ya tiene 85 años. Sin embargo, nos hizo el gran favor de tratar a la Missy. El tratamiento duró tres días y consistió en llevar a la guagua a sentarse con la señora Ignacia, que rezaba y hacía la señal de la cruz con un salterio sobre ella. Las dos primeras veces la Missy se sintió tranquila en la falda de la señora Ignacia, pero la tercera vez, que duró más, se puso un poco inquieta.

Después conversamos con la señora Ignacia sobre su vida, sobre qué es el Mal de Ojo y cómo llega. Dijo que puede manifestarse por mal de guata o diarrea, y que, si no existen estos síntomas, puede ser mucho más grave. Percibió que la Missy lo tenía, pero ligeramente.

La mamá de la señora Ignacia también poseía este don y desde niña ella la acompañó en su trabajo. Ha tratado a una infinitud de personas en la vida, incluso a hijos de pacientes anteriores, abarcando más de una generación. A veces la gente viene por razones positivas, como un profesional que le pidió buenas energías antes de ir a una conferencia importante en Argentina. Le preguntamos si ha traspasado su don a alguna de sus hijas y contestó que no, pero tiene la esperanza de que uno de sus nietos, al que le gusta la Biblia y rezar, siga sus pasos.

Lo que a mí me parece más interesante es que es casi seguro que este tipo de creencias viene de la herencia indígena, pero ahora se presenta como católica, con rezos y Biblia. Busqué la frase en Internet, donde dicen que la creencia existe en muchas culturas. Muchas veces la gente cree que el mal de ojo llega de una persona no mala pero sí envidiosa. Dicen que puede dañar a adultos y niños y que se puede adquirir a través de una simple mirada de envidia. Me parece que, si bien hay poca gente mala, sí hay bastante envidiosa. Ahora esperamos que la Missy siga bien y protegida con la ayuda de la señora Ignacia.