:: HA LLEGADO CARTA.

¿TRENCITO? ¡NO!

Guayacán, 20 de Julio de 2007

Estimado señor Director:

Quiero poner en conocimiento del prestigioso medio informativo y cultural que usted dirige, algunas consideraciones sobre el proyecto de recuperación del ex ferrocarril emprendido por un círculo de vecinos del Cajón del Maipo. Al informarme a través de la sección permanente que su revista dispensa a esta iniciativa, se aprecia el despliegue de un gran esfuerzo por parte de la Comisión de Recuperación por obtener el apoyo de diversos organismos y personeros de Gobierno, oficiales del Ejército, ejecutivos de EFE, concejales y diputados de la zona, y de potenciales inversionistas. Lamentablemente, al mismo tiempo se omiten las siguientes materias, que no son menores:

a) Junto con el desmantelamiento que hace 25 años fue objeto la vía férrea, gran parte de los terrenos de la ex faja fue enajenado por el fisco. Muchos vecinos compradores de dichos terrenos los hemos convertido en parcelas de agrado, lo que armoniza con las normativas de protección del medio ambiente que amparan al Cajón del Maipo. Creemos que con esto se contribuye al mejoramiento del entorno y la seguridad de los vecinos. Otra parte importante de estos terrenos, como la parte central de Guayacán, fue entregada a propietarios de menores recursos a través de planes sociales del Ministerio de Bienes Nacionales. Se trata de terrenos ya consolidados para el uso y destino antes indicado y que cuentan con roles de propiedad individuales. En consecuencia, es inadecuado que la Comisión antes mencionada quiera referirse a estos predios como “recuperar la faja que hoy está intervenida”, dado que hoy es propiedad privada.

b) El antiguo trazado del ex ferrocarril atravesaba a nivel varios puntos de la carretera G-25. Hoy en día eso es impensable dada la congestión y enorme riesgo de accidentes que generaría. En este sentido, es más criterioso potenciar un emprendimiento en el lado sur poniente del Río Maipo, ya que la ruta San Juan de Pirque–El Melocotón está más despejada.

c) Como las leyes son igualitarias para todos, es importante señalar que las características de zona de desarrollo controlado que considera el Plan Regulador del Cajón del Maipo, lo protege mediante normas ambientales y de protección ecológica. Resulta poco entendible que la Comisión plantee la recuperación de las antiguas locomotoras, ya que no cumplirían con las actuales normas de emisión y su desplazamiento en cercanías de zonas con casas sin duda vulneraría los limites aceptables de contaminación por ruidos molestos.

d) La Comisión ha sido persistente en focalizar sus gestiones hacia el tramo El Manzano–San José de Maipo (ver ediciones Dedal de Oro febrero-marzo 2006, febrero-marzo 2007 y abril–mayo 2007) en circunstancias que es donde más viviendas existen, a diferencia de los tramos que van desde San José de Maipo hacia arriba. Una opción más adecuada sería que la Comisión centre sus esfuerzos en esa zona más alta. Para reforzar esta propuesta, se debe tener presente que la locomotora y algunos vagones hoy se preservan en propiedades de residentes de la zona de Melocotón y San Alfonso, siendo ellos los vecinos más interesados en este proyecto.

Finalizo señalando que es poco prudente por parte de la Comisión –cuyos integrantes comprometen sus actuaciones ante organismos serios como el MOP, la Gobernación, El Municipio, autoridades políticas y potenciales inversionistas- no transparentar todos estos aspectos, que ciertamente resultan menos glamorosos que el concepto de “tren turístico”. Podría generarse un conflicto serio si es que la Comisión quisiera “hacer flotar» el proyecto omitiendo estos antecedentes tan importantes, pues podría conducir a una confrontación de los vecinos que cautelamos nuestros legítimos intereses con quienes están apoyando de buena fe el proyecto, pero desinformados de los problemas que vendrían aparejados. Agradeciendo la difusión que usted le pueda brindar a estos aspectos,

lo saluda atentamente,

Esteban Vuchetich de Cheney,
Ingeniero Civil, Rut.: 8.880.694-8,
Registro Colegio de Ingenieros de
Chile No 16080-6.