:: MIRADA FORASTERA.
    Chicha.

Por: Rose Deakin, vecina inglesa de San Alfonso.

En el Cajón del Maipo, desde febrero y casi hasta junio, la mayoría de los jardines está lleno de uvas. Hay tantas uvas para comer que incluso es posible regalarlas. Me alegra que aun cuando los pájaros que se preparan para el invierno se las coman, igual quedan muchas para seguir disfrutándolas. Pero hay que saber aprovecharlas. Una manera sencilla es haciendo chicha. No hay nada más rico en otoño e invierno que tomar un buen vaso de chicha, a veces mezclada con vino. Puede ser una industria casera como la de mi vecina, cuyo jardín este año quedó impregnado por más de un mes con el olor de la chicha.

Por casualidad, temporalmente había una tina antigua en su jardín. La gente se aprovechó de esto y a fines de abril la llenó con una cantidad enorme de las últimas uvas que iban quedando (aunque se las puede seguir comiendo hasta junio). Pasaron un fin de semana machacando las uvas y después cubrieron la tina con una malla para mosquitos dejando que la fruta fermentara durante un mes, pero probándola de vez en cuando para saber cómo estaba progresando la bebida.

Llegó el dia de embotellar. Varias cosas habían desaparecido de mi casa y ese día me di cuenta del porqué. Necesitaron una olla, un jarro, un vaso, varias fuentes y en aquella ocasión reaparecieron todos estos utensilios. Con una manguera alguien chupó el líquido hasta que salió y cayó en la olla. De allí, por medio de un embudo, pasó hasta una garrafa y desde ella o de un jarro fue directo a los vasos. Las garrafas se dejan abiertas para que la chicha siga mejorando, y me dijeron que si se le pone un corcho éste puede saltar a causa del gas. Así se elabora la chicha cruda y todos fuimos por un poco con una botella o una garrafa.

También hay una manera de tratar la chicha para que dure más y su nivel de alcohol sea controlado: se la pone a hervir y luego de esto ya no sigue madurando, pudiéndose guardar hasta el dieciocho o cualquier fecha.

Después de colgar todas las uvas en bolsas de malla para sacar la chicha, me dijeron que es posible usar los restos de la fruta para hacer aguardiente. Esto es ilegal ahora, pero antes solía hacerse también en la casa, aunque no me dijeron cómo, ni me dieron detalles de la receta.

Más tarde descubrí que en otros países de Sudamérica la chicha se hace con maíz o arroz. En Chile se elabora con uvas o manzanas. Los ingleses también toman ‘cider’, que es un tipo de chicha de manzanas.