:: MANOS QUE SANAN.
    "!Qué manera tan fina de construir el cuerpo!"

DADO EL INTERÉS QUE LAS PALABRAS Y CONCEPTOS DE MOISÉS GÓMEZ HAN DESPERTADO EN NUESTROS LECTORES, ENTREGAMOS HOY UNA TERCERA ENTREVISTA, HECHA, COMO LAS OTRAS, POR EL DIRECTOR DE DEDAL DE ORO. MOISÉS SANA DIVERSAS ENFERMEDADES, ENTRE ELLAS EL CÁNCER Y LA HERNIA DE COLUMNA VERTEBRAL, POR MEDIO DE LA IMPOSICIÓN DE SUS MANOS, QUE IRRADIAN UNA ENERGÍA INUSUAL, POCAS VECES DISPONIBLE EN LA HISTORIA DE LAS CURACIONES EXTRA-ORDINARIAS. PARA AQUELLOS QUE DESEEN CONOCER DE CERCA LAS CAPACIDADES DE MOISÉS, ENTREGAMOS LOS NUEVOS NÚMEROS TELEFÓNICOS DE CONTACTO: 7917628 - 2337795..

-Moisés, cuéntanos sobre el origen de las enfermedades, sobre por qué nos enfermamos, según tus conceptos. -Me baso en los conocimientos de los maestros de yoga en la India. Las enfermedades son producto de situaciones anteriores. Nadie muere, nadie nace: la vida es un continuo que nunca se detiene, y vamos almacenando experiencia. Hay experiencias que dañan a otros, lo cual daña una ley sagrada, absoluta, trascendente, que regula la forma de aprendizaje. Cuando un hombre se descarrila y se trasforma en lobo para otro, entonces pasa a cursos más duros de aprendizaje. Da la impresión de que es castigado, pero no es cierto. Desde el punto de vista de las trasgresiones de la ley sagrada existe aglutinamiento de karma, de donde surgen las enfermedades, todas psicosomáticas, por cuanto corresponden al alma del individuo, a la mente. Jung dice que todo -incluso las enfermedades traumáticas, los accidentes- es generado por el individuo. Se trata de no hacer daño. Aprender sin dañar es conseguir salud. Nuestras acciones torcidas nos generan dolor a nosotros mismos y a los demás...

-Uno se va quedando solo... -Normalmente nos desarrollamos en grupo. Hay grupos en que se odia, otros en que se ama... En la conveniencia personal, es bueno perdonar. Si yo perdono al que me dañó, la próxima vez que me lo tope no tendré resentimiento y así va a haber uno menos que me moleste. Hay un d e p ó s i t o e n n o s o t r o s c o n l a información de las vidas pasadas, que se traduce en impulsos microvólticos. Todo lo que pensamos es de naturaleza eléctrica, y el sistema nervioso central está conectado con los órganos. Entonces es natural que lo que pensemos tenga una correspondencia en el cuerpo. Los órganos son la proyección de la conciencia, no islas separadas. Hay un ritmo perfecto que fluye de la conciencia y eso va generando suavemente lo que es el cuerpo dándonos este conglomerado de órganos con los que nos expresamos. Pensamos con todos los órganos –no sólo con el cerebro- y ellos a la vez nos ayudan a pensar.

-Pensar mal, entonces, compromete al cuerpo entero. -Los pensamientos son impulsos eléctricos. Si yo me quedo pensando durante mucho tiempo en la venganza contra alguien que me ha hecho daño, entonces voy a empezar a recalentar una línea del sistema nervioso central que, en este caso, va a estar relacionada con el estómago, en el antro gástrico. Voy a generar una úlcera en esa zona, y después probablemente un cáncer... Si yo sobrecargo una línea eléctrica de mi sistema, por supuesto que voy a generar monstruos... Es cierto que estamos sometidos a una influencia genética con respecto a las enfermedades, pero no es menos cierto que podemos modificar esa tendencia a través de nuestro actuar. El karma y la condición genética pueden tener mano dura, de acero, pero mediante grandes y poderosos esfuerzos en el hacer es posible modificar esa condición. -Una enfermedad pequeñita, por ejemplo un gripecita, ¿se genera de un modo análogo a, por ejemplo, un cáncer? -Quizás en la vida lo más importante sea enriquecer la conciencia, sacar contenidos del inconciente, de acciones antiguas, y trabajar en el espejo de la conciencia actual. En ese sentido, cualquier enfermedad, hasta una gripecita, como dices, nos obnubila el cerebro y nos impide pensar en profundidad. Las enfermedades nos distraen de esta marcha de la conciencia hacia el enriquecimiento espiritual, que es el destino del hombre. -Perdón, permíteme una pregunta que quizás nos saca de contexto, pero... dijiste: “el destino del hombre”. ¿El destino del hombre para llegar dónde?

-A dejar de ser hombre. El ser humano es una etapa de conciencia, nada más, se trata de evolucionar y seguir evolucionando.

-El resto es misterio, ya veo. Volvamos a la enfermedad. ¿Ciertas actitudes mentales producen ciertas enfermedades correspondientes?

-Sí. Por ejemplo, he observado que si alguien se queda pegado dándole vueltas en su mente a algo determinado cualquier cosa que le preocupe, que le duela, cualquier factor psicoemocional, cualquier emoción que lo altere por largo tiempo sin ser superada- termina por liquidar su estómago, que es el que le “da vueltas” a los alimentos. Veamos: el esófago representa mi capacidad de aceptar a los demás, ya que la comida -que viene de afuera y que llega a mí después de todo un proceso social para ser producida-, al ser tragada, pasa por el esófago, donde puede ser aceptada o devuelta. Cuando yo como -lo decíamos en un capítulo anterior- estoy aceptando el trabajo de los demás, todo el proceso social de producción, pero tengo la posibilidad de devolverlo, de rechazarlo, de vomitarlo. Las personas que tienen reflujo gastroesofágico tienen dificultades para aceptar a los demás, son críticos del accionar de otros, los vomitan. Si la comida es aceptada, llega al estómago, donde comienza a ser molida y de donde todavía puede ser devuelta. Esto es válido trátese de comida física o intelectual. O sea: paso la comida por el esófago para aceptarla y por el estómago para analizarla, pulverizarla... Mas cuando se pasa del estómago, ya no puedo devolver: lo que acepté, lo que analicé, lo que aprendí, bien o mal, va a quedar dentro de mí y me va a nutrir, aunque sea veneno. Este es el proceso que genera la alimentación: se expresa plena y absolutamente la conciencia en el cuerpo.

-Hay que evitar quedarse “pegado”... -Rabindranath Tagore lo dice en forma más bonita: “Si de noche lloras por el sol, no verás el resplandor de las estrellas”. -En realidad, todo se une, confluye. Tú mismo dices que todo está dicho por maestros anteriores, y yo creo que donde uno busque va a encontrar las razones primeras y últimas.

-Y te digo más: hay personas que para no enfermar se hacen vegetarianos, sólo comen vegetales pasados por agua, a veces hasta sin sal. Sin embargo, también pueden ser capaces de estafar, mentir, engañar, y probablemente hasta hay por ahí algún asesino que es vegetariano. Entonces, tenemos que recordar el pensamiento del Nuevo Testamento: no es tan importante lo que entra por la boca, pero cuidado con lo que sale de ella, es decir, no es tan importante la alimentación, pero tengamos cuidado con las acciones que desencadena un corazón torcido. De nada sirve tener una alimentación sutil si adentro tengo un infierno que está repartiendo demonios en el banquete de la vida. Hay gente muy diplomática y de su boca salen palabras simpáticas para todo el mundo, pero a la hora de dividir los intereses: uno para ti y noventa y nueve para mí.

-¿Qué debilita al corazón, qué lo enferma? -El corazón tiene un pulso electromagnético que controla sustancialmente el cerebro. En infinidad de casos al ser trasplantado un corazón, el receptor adopta alguna costumbre que era propia del donante. El corazón trasplantado viene de una persona que murió, es un órgano ya sin alma... ¿Qué es el alma? ¿Se quedó parte del alma en el corazón donado? El corazón se relaciona a través de la emoción con las grandes estructuras del comportamiento humano. Un día vi a un niño como de dos años que recién había descubierto el “yo” y se golpeaba con la mano el pecho repitiendo “yo, yo, yo...” No lo he olvidado en mi vida. Nadie pregunta “¿me dices a mí?” señalándose con el dedo el cerebro, todo el mundo identifica al yo con el corazón. Pero la sociedad moderna identifica al yo con la cuenta corriente o con la billetera. Si no vales nada económicamente, no eres nadie. Jesús, que era un mendigo, hoy día no valdría nada. Buda tampoco, era otro mendicante.

-Cuando pensamos, ¿lo hacemos con el cerebro o el corazón? -Creo que pensamos con todo nuestro continente celular, pero algunos órganos tienen un impacto mayor o menor, en diferentes áreas. Creo que el corazón se dedica a consignar las estructuras de comportamiento en el plano emocional, en la relación con los demás. Entonces, en gran parte pensamos con el corazón. En el cerebro se van grabando todos los intereses que vamos depositando, como en un gran banco de datos. Hay un sistema de búsqueda que busca lo que está grabado ahí. Te lo digo porque, si yo te dejo sin cerebro –Alzheimer-, no hay ya ninguna respuesta intelectual, pero sin embargo hay respuestas emocionales, aunque sean muy pálidas. Los impulsos contenidos en el corazón son más fuertes que los contenidos en el cerebro, que es una computadora sin corazón. -Disculpa, pero quiero preguntarte sobre los riñones, que es algo que me toca muy personalmente... -Sí, tú eres muy introvertido. -...introvertido... -... con respecto a tu propia vida... -...con respecto a mi propia vida... Sí, lo soy.

-Los riñones representan la capacidad de la conciencia para expresarse, como un tamiz, para no decir lo que daña a otros y tampoco almacenar lo que te daña a ti mismo. El riñón libera los desechos y recupera lo sustancioso, el conocimiento. ¡Qué hermoso, ¿no?! ¡Qué manera tan fina de construir el cuerpo, donde tú mires hay enseñanza! Desde ese punto de vista, cuando soy un desbocado y digo todo lo que pienso, aunque dañe a otros, me liquido el riñón. Con una persona introvertida es al revés: acumula una tremenda presión. En la naturaleza todo fluye. Uno puede enfermarse tanto por lo que hace como por lo que deja de hacer. -Lo que se hace hay que hacerlo bien, sin quedarse ni pasarse de la raya... -El ser inteligente es aquel que hace bien lo que tiene encomendado.

-¿Y la próstata?

-Es un órgano cuya función es simple: entrega un lubricante para facilitar la penetración durante el acto sexual. Sin este líquido no hay penetración o se produce con dolor, o sea, esto se relaciona con la prosecución de las ideas a través de la realización de un hijo. No existen prostatitis en un hombre joven, porque él está lleno de esperanzas, sueños por realizar, ideas para conquistar el mundo... El mundo es de él, que es eterno, hermoso, saludable. Después van cayendo las hojas del calendario y nos van ubicando en la justa medida. Nos damos cuenta de que somos uno más y menos que muchos... Recién como a los cuarenta se puede comenzar a tener problemas con la próstata: disminuye el chorro, la micción, el hombre comienza a acercarse al final. Es la pérdida de las esperanzas.

-Pero si tú sanas la próstata de un paciente que llega a tu consulta, como realmente sucede, ¿qué significa esto? El hombre recupera su chorro, su potencia, ¿qué significa eso en su psique? -Diste con un tema de muy difícil manejo para mí. ¿Qué significa sanar a otro, la acción que ejerzo en el destino de otra persona? Si lo miro desde el punto de vista de la medicina oficial, es simple: se desinflamó la próstata; pero si lo miro desde mi ángulo... Mira, tiendo a pensar que el equilibrio de la conducta humana sube de plano, llega a un mundo donde ese equilibrio se interpreta y... “...ah, ya, por los méritos adquiridos durante los últimos 14, 9 ó 3 años, fulano XZ va a ser premiado con la eliminación de su prostatitis...” Entonces mandan a este pequeñísimo servidor y yo ejecuto la voluntad de los dioses. Al final no soy más que un vendedor de hermosas flores, que son la salud. No olvides que todas las flores se marchitan, tarde o temprano. Pero es indiscutible que queremos cultivar el perdón por toda una eternidad, y ese deseo creo que es saludablemente eterno. DdO