PREAMBULO
EL AUTOR ESTABA DEBIENDO LA CONTINUACIÓN DEL TEXTO "VACA Y PURGATORIO", APARECIDO EN LA REVISTA Nº 41, EN QUE RELATA LA ASCENSIÓN DEL CERRO PURGATORIO POR UN GRUPO QUE, ENTRE OTROS, COMPONE EL ESCRITOR MANUEL ROJAS Y ALGUNAS GIRL-GUIDES. AÑOS ANTES, HABÍAN DEJADO ALLÍ UNA NOTA QUE AHORA BUSCARÍAN. TRATAMOS INÚTILMENTE DE COMUNICARNOS CON ÉL, Y POR FIN LO IMAGINAMOS AÚN GOZANDO DE SUS VACACIONES EN MÉXICO. Y APARECIÓ, AHORA, CON "MARIPOSAS", LA ESPERADA CONTINUACIÓN.

Gino Palma, desde Quebec, ginopa@sympatico.ca

Siempre pensé que los andinos eran una agrupación de masoquistas. Los sentía gozar contándose las miserias que habían sufrido. Había un señor de apellido Recabarren, a quien una tormenta había sorprendido de noche cuando trataba de llegar al refugio Piuquencillos. Tuvo, malamente, que encontrar refugio bajo un lun, capeando la lluvia y los relámpagos. Escuché su historia en cada reunión, ya sea protegido en un refugio o junto a una fogata. No sé si en los esfuerzos de los andinos había alguna satisfacción de llegar a la cumbre o si el encanto de la cosa radicaba en intentarlo.

Nosotros habíamos llegado, al fin, a la cumbre del Purgatorio. Era como la culminación de un rito vital que se había hecho esperar largamente. Una sensación de plenitud me impregnaba. Desempaquetamos el cocaví. Comí maquinalmente, mientras acariciaba y leía una y otra vez la nota que había permanecido en la cumbre por casi doce años. El tío Manuel, después de sonreírnos y decirnos una o dos amabilidades, se alejó en la pequeña meseta junto a la cumbre y se dedicó a extrañas actividades. Se agachaba, avanzaba, retrocedía. Picó mi curiosidad. Cuando me acerqué, vi qué había descubierto... ¡mariposas!

"Esto es realmente extraordinario", dijo. "A 2500 metros de altura, sin agua y sin casi nada qué comer, estamos rodeados de mariposas, de dos especies además". Había mariposas negras y mariposas corbata, que parecen ser las que se adaptan mejor a la altura. Se las ve habitualmente en la calle del Yeso.

Por años he mantenido una fascinación por las mariposas, que me traen recuerdos de Manuel Rojas y del Purgatorio. La casita rodante que me lleva a México todos los años, siguiendo el consejo de Julio Cortazar (los autonautas de

MANUEL ROJAS, MI SANJOSEFINA TÍA MECHE RUZ, COMANDANTE DE LA BRIGADA DE GIRL-GUIDES; LAS GUIDES QUE CONFORMARON LA EXPEDICIÓN, DE LA CUALES RECUERDO LA MAYORÍA DE LOS NOMBRES (A LO MEJOR ANDAN AÚN POR AHÍ): VIOLETA CASTILLO, LAS HERMANAS NENE Y EMA NARANJO, CARMEN HERRERA. SÓLO UNA SE QUEDA ENREDADA EN MIS ANQUILOSADAS CIRCUNVALACIONES CEREBRALES. SEGURAMENTE LA FOTO FUE TOMADA POR LA PACHI ROJAS, LA ÚNICA MIEMBRO DE LA EXPEDICIÓN QUE NO APARECE.

la cosmopista) fue aparatosamente bautizada como "la monarca" recordando a los frágiles insectos que, al igual que nosotros, hacen el viaje anual desde Canadá hasta Michoacán en México. Solamente la magia del Internet me ha permitido reencontrar las mariposas chilenas de las alturas.

Con un poco de pena, emprendimos el viaje de regreso. La parte posterior del Purgatorio está constituida de "acarreos", piedras de pequeño tamaño que llenan la falda del cerro y que me permitieron descender haciendo esquí en seco, acompañado casi de toda la montaña. Llegando a la quebrada, encontré que por mi jugarreta con el acarreo me habían dejado muy atrás, y durante el resto de la excursión traté inútilmente de alcanzarlos. Llegué al Paso de la Arena a echarme a mi payasa de paja. No supe más hasta bien tarde al día siguiente. DdO

 

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