Versión electrónica de la Revista Dedal de Oro. Nº 46 - Año VII, Dic. 2008 -Enero 2009
CINE

FRAGMENTOS ESCOGIDOS DEL LIBRO PRÓXIMAMENTE EN ESTA PANTALLA (2006, LIBRERÍA ANTÁRTICA), DEL PERIODISTA Y DIPLOMADO EN CINE JAIME CÓRDOVA ORTEGA.

El siguiente texto tiene como misión hacerle recordar, en el caso de que usted tenga sobre 40 años, aquellos emocionantes momentos que antecedían a la proyección de una película, cuando aparecían en la pantalla aquellas trepidantes imágenes que publicitaban los filmes que se exhibirían durante las próximas semanas. Desde fines de los años 20 y hasta la fecha, las sinopsis o trailers han sido las mensajeras de futuras emociones y la columna vertebral de la que dependerá la rentabilidad de un filme en la marquesina. Y como todo se reduce a publicidad y marketing, estos filmes en miniatura han sufrido los embates de la falta de creatividad o de una creatividad exagerada. Sea como fuere, las sinopsis de antes tenían una cierta magia indeleble, atribuida a una mayor honestidad en el contenido visual (ya que se le permitía al espectador ver imágenes más extensas de la película, no como ocurre hoy, con un ritmo vertiginoso y sin sentido, propio del video clip).

La estructura de los trailers de hace más de 25 años sustentaba su fuerza en la palabra escrita y hablada. Siempre, con el afán de vender, se han cometido excesos de todo tipo: gramaticales, de redacción, arreglos demasiados floridos o cursis que menoscaban el producto, en este caso, cinematográfico. Los trailers estaban llenos de estos vicios. Había departamentos de publicidad que en vez de otorgarle solemnidad a la presentación del producto lo convertían en una ridiculez. Las siguientes frases, escritas y habladas en esos trailers, han sido escogidas por el profundo sentido del ridículo y buen humor que el autor de este trabajo posee. Los comentarios entre paréntesis son nuestros. Objetivamente, puede que esto no cause ni una mueca en su rostro, pero el sentido del humor es tan subjetivo...:

-Oro ensangrentado: Dan Duryea, un hombre sin entrañas (...) Joselyn Lane, linda pero peligrosa (...) El destino los juntó en una trama de terror (...) Drama cuyo momento culminante ¡ensangrienta una colina!

-Amor a medianoche: Jane Wyman como la chica del año. Y aquí está el galán que la quema lentamente: Ray Milland.

-60 segundos de vida: Susan Stephen, que empaca el paracaídas de Alan Ladd. (¿?)

-Si volvieras a mí: ¡Una protesta contra la frivolidad juvenil! ¡Un canto a la abnegación maternal! ¡Una defensa del hogar!

-Los sobornados: Glenn Ford, que de amigo no tiene nada. Gloria Grahame, que de dama no tiene nada.

-La pavorosa casa de Usher: ¡Usted siempre recordará, porque nunca podrá olvidar!
 




-Cleopatra, la Serpiente del Nilo: ¡Espectáculo! ¡Salvajismo! ¡Pecado! ¡Labios abrasadores!

-Fácil de amar: Van Johnson, ¡tan simpático! Tony Martin, ¡tan melódico! Las damas son su pasión.

-Regreso del infierno: Es la historia verídica más grandiosa de la Segunda Guerra Mundial. (Y nosotros nos preguntamos si las otras fueron mentira).

-Victoria en Entebbe: Helen Hayes: demasiado vieja para temerle a la muerte.

-Río Bravo: “Jamás habrá otra como Río Bravo, con sus relampagueantes gestas de cruda valentía, en contra de enormes disparidades”. (¿?).

-Frankenstein: Millones de espectadores temblaron y se asombraron al ver esta tremebunda película.

-The incredible shrinking man: Scott Carey medía un metro ochenta y ocho, pero comenzó a encogerse hasta quedar reducido a su más mínima expresión.

-El fantasma de la ópera: La muerte se apodera del palco escénico (...) no tiene derecho a la felicidad porque ella quedó prendida en una red de terror (...) Eco estremecedor de una noche de agonía y tragedia, noche que debe ser vengada desde más allá de la tumba. (Pero nosotros sabemos que el fantasma de la ópera no es un espectro).

-La cabeza maléfica: La mujer que miraba esos ojos siniestros quedaba esclavizada para siempre del muerto vivo. Sobre ellos cae una maldición de lo que nada humano podrá salvarlos. (Habrá que dejárselo a Dios).

-Sombras tenebrosas: Barnabás Collins, jefe de una familia de parientes consanguíneos (...) Acudan a ver cómo hacen el amor los vampiros.

-Zoltán, el mastín de Drácula: ¡Qué lindo perrito! ¡Pero cuidado antes de acariciarlo, puede que sea de la jauría del diablo!

-La isla del terror: La ciencia crea. ¿Puede también destruir? (¡Qué pregunta tan profunda!).

-Casablanca: Humphrey Bogart, el hombre más peligroso en la ciudad más peligrosa. (¿Qué tan peligroso puede ser un hipócrita, romántico y alcohólico?).

-Black Sabbath: Tan antiguo como la superstición, tan moderno como el teléfono (...) Black Sabbath, la verdad sobre lo increíble, tal como la brillante belleza de una joya invalorable que vive en el cuerpo de una mosca y en el espíritu asesino de una mujer. (¿?)

-Amargo retorno: Ann Margret despierta un amor distinto en un hombre distinto: Michael Parks. ¡Todas sus emociones sin disimulos ni rubores! ¡Llámelo deseo o amor, o cualquier otra cosa menos cortés! (¿Cachondeo?).

-Django: Django, un hombre capaz de amar sin esperanza.

-La ley de las pistolas: ¡Ruines del alma, con el corazón cerrado a cualquier buen sentimiento!

-Terror en Sunset Strip: ¿Alguna vez estuvo en una fiesta de frazadas? ¿Sabe lo que el ácido puede hacerle a una joven inexperta? ¡Verdad! ¡Demasiado terrible para creer!

-Los gloriosos bastardos: Asesinos por instinto, mercenarios de profesión.

-Los doce del patíbulo: Clint Walker es Posey, un piel roja. Su alma embadurnada de aceites guerreros. (Mmmmmmmm).

-La que vendió su alma: ¿Es la belleza tan sólo una vanidad? No, la belleza no es sólo una vanidad. (Tautología pura 1).

-Cara de inocencia: Tan amistosa. Tan adorable. Tan malvada. ¡Destruye a los hombres a quienes quiere! ¡El suspenso se intensifica! ¡La emoción aumenta a cada instante! ¡En el terrible drama de una mujer que lleva a un hombre al matrimonio y al crimen! (Moraleja: evite casarse).

-The racket: ¡Una lacra nacional por el bandidaje rampante! ¡La sensación del día! ¡Más incitante que un atraco! ¡A la sombra de una pasión arriesgada! (El arte de no decir nada).

-Vuelven los siete hombres: Siete contra setecientos ¡No podían perder!

-El fantasma del circo: ¿Es usted impávido?

-El puente de Remagen: George Segal tenía el suficiente espíritu, pero poco estómago (...) Ben Gazzara es Angel, si algo relucía se lo quedaba, si algo se movía lo mataba.

-Villa cabalga: Robert Mitchum es el piloto endiablado que ganó una batalla con un viejo avión y un cigarro.

-Cangaceiro: Cangaceiro es la historia de los cangaceiros. (Tautología pura 2). DdO

 
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