Versión electrónica de la Revista Dedal de Oro. Nº 47 - Año VII, Febrero y Marzo 2009
AGUA
Los cuerpos humanos, el cuerpo de él, de ella, de vosotros; los cuerpos de Juan, José, Pedro, Marta, Juana y Petronila; el cuerpo del niño Kolja y la niña Sabine y el viejo Braulio y la vieja Rosa; el cuerpo mío y el de todos y cada uno de nosotros; el del pobre y el rico, el del negro y el blanco; los cuerpos de África, de Oceanía, de Europa, de Asia y América; el cuerpo atleta y el cuerpo enfermo; tu cuerpo, querida, y tu olor a cuerpo; tu sangre y calor, tu entrega y retirada; tu voz, tu frío, tu sudor, tus templanzas, tus muslos, el hilo de tu placer y tu dolor, tus dudas y certezas, tu piel y todo ese amasijo de carne, hueso y nervios que ella encierra y que es tu cuerpo; tu caminar por las montañas y las
  MOLÉCULA DE AGUA
A KOLJA LE GUSTA TANTO EL AGUA,
QUE SE BAÑA VESTIDO...
arenas, ese caminar tuyo, amada, ese cuerpo tuyo, amada, y esos cuerpos de todos los humanos, todos esos cuerpos de cada uno de los bichos y animales de cuatro y más patas, los cuerpos de los ciempiés y los cuerpos de los peces, de los pájaros, de los dinosaurios y las cuncunas, todos los cuerpos del mundo sin excepción... Hay tres cosas que todos los cuerpos requieren, y es beber, beber aire, agua y amor. Si una de ellas falta, falta el bienestar. Si una de ellas falta, falta la vida. DdO
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