Versión electrónica de la Revista Dedal de Oro. Nº 47 - Año VII, Febrero y Marzo 2009
EVOCACIONES

Gino Palma, desde Quebec, ginopa@sympatico.ca

El desarrollo del esquí en el mundo fue fulgurante. La pasión pasó de Noruega a los Alpes y desde ahí a Norteamérica. La cuña se transformó en “stem cristiana”, los antiguos esquís de madera fueron reemplazados por los esquís con cantos de acero y las fijaciones de candado dieron paso a las fijaciones de “tensores”, especiales aparatos, también en acero, que se colgaban al cuello. También, orgullosos, lucíamos collares para mostrar que éramos “esquiadores”. Eran especialmente apreciados por las damas, digamos, de cajas generosas.

Apareció un nuevo personaje por las canchas de esquí: el profesor profesional, al cual se le pagaba por sus lecciones. En Lagunillas, este ejemplar fue interpretado por René Herrera o el “Negro Herrera”, originario de Portillo. De origen muy humilde, había aprendido como autodidacta. Trabajando con una clientela escasa, que no disponía tampoco de grandes medios para pagar sus servicios, sobrevivía, yo diría, casi por milagro. De más está decir que era nuestro héroe.

Se hizo famoso entre nosotros por sus arrancadas nocturnas. Lo sentíamos entrar por una ventana, tarde en las noches, volviendo seguramente de alguna correría sentimental. El sol montañero le quemaba los labios y estaba
 
CRISTIANIA ES EL NOMBRE DEL PUEBLO EN NORUEGA EN QUE SE INICIÓ EL ESQUÍ, Y DESIGNA LA MANIOBRA QUE COSISTE EN FRENAR O VIRAR CON LOS DOS PIES EN PARALELO, COMO MUESTRA EL ESQUEMA. ESTO DA MAYOR MANIOBRABILIDAD A LA OPERACIÓN. EL “STEM-CRISTIANA” SE INICIA COMO UNA CUÑA HASTA LA MITAD DEL GIRO, QUE SE TERMINA EN CRISTIANA.
permanentemente lamiéndoselos. Ello le daba un acento muy especial al hablar que, estoy seguro, cultivaba, dándoselas de gringo para ponerse a la altura de sus funciones.

Empezaban las competencias y los lagunilleros teníamos dificultades para peleárselas a la gente de Farellones y Portillo, que disponían de andariveles que les daban la posibilidad de adiestrarse con una velocidad muy superior a la nuestra. Nuestros campeones lo fueron gracias a una extraordinaria habilidad o simplemente porque se entrenaban en otras canchas.

Chalo Domínguez, Chalo Espinoza, el Potrillo Onetto y especialmente Rubén Parada, empezaron a poner al Club Andino en la competencia por el campeonato de clubes. El reglamento de las competencias establecía que todos los nuevos debían participar en la competencia de novicios y de ahí pasar a tercera, segunda y finalmente primera categoría.

Nos llegó un regalo casi inesperado. Pancho Ulrich, corpulento pero hábil esquiador noruego, llegó a Chile y se enamoró de Lagunillas. Siguiendo la reglamentación, ganó, en su primer año, todas las categorías. Eso puso al Club Andino en el primer lugar de la competencia.

La etapa del “stem cristiana” y los tensores duraría hasta la aparición de los profesores franceses, con Emile Allais a la cabeza. El negro Herrera fue contratado por Emile para su escuela en Portillo, donde me lo encontré por última vez con su especial acento y gran éxito con las gringuitas turistas de Portillo. DdO

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