Versión electrónica de la Revista Dedal de Oro. Nº 48 - Año VII, Otoño 2009

CAJON DEL MAIPO: FUENTE NATURAL DE AGUA PARA LA CAPITAL
DERRETIMIENTO DE GLACIARES EN LA PRECORDILLERA
POR BEATRIZ MICHELL

REPRODUCCIÓN AUTORIZADA DE UN TEXTO APARECIDO EN
LA NACIÓN DOMINGO EN LA PRIMERA SEMANA DE MARZO 2009

Los seis millones de chilenos que viven en la capital lavan, cocinan y se hidratan con el agua de los glaciares del Cajón del Maipo. Pero en las últimas décadas estos hielos se han derretido de manera alarmante. Una amenaza que tiene a ecologistas y autoridades trabajando para que en 2009 los glaciares cuenten con una política pública que actúe hoy y evite llantos posteriores.

Santiago es una zona poco lluviosa, por lo que el agua que consumimos los seis millones de santiaguinos es fundamentalmente de origen glaciar, no de precipitaciones. Lo mismo ocurre en el norte del país y en otros países de América Latina. “Si esto no se detiene de manera brusca, ciudades como Santiago, Lima, La Paz, El Alto y Quito podrían quedar sin agua en pocas décadas. Lamentablemente no está en Chile poder cambiar, esto porque es un problema global”, anuncia Giesen, quien aclara que sí se puede amortiguar o retrasar este fenómeno controlando el impacto de la intervención humana sobre los hielos.

Después del cambio climático, la actividad más señalada como causante del derretimiento de los glaciares es la minería. “Ya se sabe que no sólo Pascua Lama intervino glaciares, sino también Andina, Pelambres, Los Bronces. Gran parte de las mineras ha intervenido los glaciares durante su época de producción”, dice Roxana Bórquez. Según acusa, las fotos de Pascua Lama son una evidencia clara: mientras el resto de los glaciares de la zona disminuyeron un cinco por ciento entre 1980 y 2000, Toro I, Toro II y Esperanza disminuyeron sobre un setenta por ciento desde que comenzaron los sondajes mineros, en 1979.

Hoy, los ambientalistas del Cajón del Maipo pelean contra la eléctrica AES Gener. La empresa planea levantar allí una central hidroeléctrica de pasada, y para trasladar agua de un lugar a otro necesitan construir un túnel de 700 metros por debajo del glaciar El Morado. Esto genera temor entre los vecinos de la zona, que están agrupados hace un par de años para frenar el plan de la hidroeléctrica. Actualmente el proyecto está en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, pero el estudio no incluye el posible efecto sobre el glaciar. Por eso, la Dirección General de Aguas (DGA), en sus observaciones al estudio, solicitó que la empresa evalúe el impacto.

“El cambio climático es casi imposible de controlar, o más difícil, pero tenemos una segunda causa que es totalmente controlable, que es la intervención directa y es la que causa más impacto de derretimiento en poco tiempo de un glaciar. Más que el cambio climático, porque el impacto es directo”, explica Bórquez para pedir una rápida acción de parte de las autoridades.

LEY O NO LEY

Desde el año pasado, el Gobierno comenzó a tomar medidas y a preparar una política nacional de glaciares [ver recuadro] que incluye modificaciones al Sistema de Impacto Ambiental, un catastro de los glaciares y mayor investigación científica en torno al tema. “Una de las metas de la política de glaciares es desarrollar los estudios que permitan la preparación estadística para poder establecer normas de protección. En eso
 
CAMINO HACIA EL GLACIAR SAN FRANCISCO, EN EL MORADO, A 2,2 KILÓMETROS DE LA META (FOTOS DE DANIEL HARUMI HIRATA).


«EL GLACIAR SAN FRANCISCO ES MUY DIDÁCTICO PORQUE ES MUY FÁCIL VER SU FUNCIONAMIENTO. ES FANTÁSTICO VER QUE UN RÍO NACE DE UN GLACIAR CUANDO ARRIBA NO HAY FLUIDOS VISIBLES». ARRIBA: VISTA EXTERIOR DEL NACIMIENTO DEL RÍO.



VISTA DESDE EL INTERIOR
DEL GLACIAR SAN FRANCISCO.
estamos con prioridad. A mi juicio estamos atrasados, porque la magnitud del cambio climático se ha acelerado, las demandas de agua a nivel mundial están creciendo y Chile tiene que ponerse a la altura de los depósitos que tiene. Los antecedentes preliminares de que se disponen dicen que, salvo uno, todos los glaciares en Chile han ido retrocediendo y adelgazándose”, asegura el ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar. En Chile se encuentra más del cincuenta por ciento de los glaciares de América Latina y, según estimaciones de la DGA, esta superficie equivale a unos veinte mil kilómetros cuadrados de hielo, es decir, más que toda la superficie de la Región Metropolitana.

Aunque los ecologistas reconocen que hay avances y cambios que son absolutamente relevantes, critican la falta de una ley que vele por la protección de los hielos. En 2006, un grupo de parlamentarios preparó un proyecto de ley que duerme en el Congreso y que inicialmente tuvo respaldo del Gobierno, hasta que éste optó por privilegiar la mencionada política. “Esto fue producto del lobby de la gran minería”, denuncia Eduardo Giesen y agrega que la política es insuficiente sin la fuerza que tiene una ley.

La ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, rechaza las acusaciones y asegura que la falta de apoyo a la ley se debió simplemente a la necesidad de agilizarla implementación de medidas que protejan los glaciares. “Si hubiéramos discutido la ley estaríamos muy probablemente en un nivel de protección de mayor carencia. Las mismas medidas que contenía la ley son las que dictamos en 2008 y que ya están vigentes en el país”, explica Uriarte.

Con diferencias de procedimientos y de tiempos, el diagnóstico tanto de ecologistas, científicos y del Gobierno es básicamente el mismo: si no se pone freno al uso irracional del agua y al derretimiento de las masas de hielo, la sed se apoderará de Chile y del mundo en pocas décadas más. //LND DdO

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