personal y colectivo que nos conecta con nuestras raíces, nos enriquece y nos permite construir un futuro consecuente con nuestra historia. Su celebración no es sólo una jornada cultural, es también un día de reflexión sobre nuestros valores tradicionales, sobre el rol y significado de esta herencia material e inmaterial que nos vincula al pasado y configura nuestra identidad, y que pertenece a todos los chilenos.
También San José de Maipo se sumó al festejo, abriendo las puertas de algunos de sus Monumentos Históricos y espacios patrimoniales, como la Capilla de El Manzano, la Iglesia de San José de Maipo, el Ex Sanatorio Laennec y la Estación de Melocotón, donde se guarda el material rodante del ex Ferrocarril Militar del Cajón del Maipo. En este lugar se pudieron apreciar los trabajos de restauración de los antiguos carros y la recuperación de las locomotoras que, ese día, vueltas a la vida, inundaron el Cajón con sus pitazos de antaño. Esta iniciativa, perteneciente al Proyecto Ave Fénix, es el único trabajo responsable que se ha materializado en San José de Maipo a favor del Patrimonio Cultural de la comuna. Otro proyecto de restauración y puesta en valor de nuestro patrimonio -el referido a la Restauración de la Estación de El Manzano, con miras a transformarse en el Museo del ex Ferrocarril- quedó detenido debido a la mala gestión municipal de la administración anterior. Caminan, por otro lado, la postulación a financiamiento BID -a través de la Dirección de Arquitectura/MOP y la SUBDERE- de la restauración de la Casa de Salud Carolina Doursther y del Ex Sanatorio Laennec en la capital de la comuna. Hay una enorme cantidad de otros patrimonios arquitectónicos, abandonados algunos, de los cuales nadie se ha preocupado. Hay que recordar que un importante valor agregado de la protección y recuperación del Patrimonio es su calidad de piedra angular para el desarrollo del Turismo Cultural, en especial en nuestra comuna, lo que significa atraer inversión y disponer de más fuentes de trabajo y desarrollo económico.
Pero así como hay iniciativas que alegran y estimulan nuestros valores culturales, existen también en la comuna acciones negativas que nos dejan francamente abismados: justo cuando Dedal de Oro, el Diario del Pueblo y la Radio Kairos, nuestros medios comunales, han dedicado páginas y tiempo a abordar el tema de la reactivación de la Declaratoria de la Zona Típica de San José de Maipo - centrada en la Calle Comercio entre la Cañada Norte y la Cañada Sur- la Congregación de las Monjas Escolapias del Colegio Rafael Eyzaguirre, uno de los mejores colegios de la provincia Cordillera, hizo demoler en la misma calle Comercio y Uno Norte, casi una cuadra de casas históricas de nuestro pueblo. Es lamentable y realmente sorprendente esta acción destructiva de nuestro patrimonio, sobre todo viniendo de quienes imparten la educación y la cultura en nuestra comuna. Asimismo, es deplorable que la Dirección de Obras Municipales no haya puesto atajo a este irreparable daño que ha dejado un “hoyo histórico” en medio de la calle Comercio, la que mejor había conservado las construcciones características del pueblo de San José de Maipo. Las casas derribadas databan de mediados del siglo XIX y eran parte de la historia y acervo cultural de todos los habitantes de la comuna, más allá de sus propietarios materiales. Aunque no existía aún la protección legal, era cuestión de aplicar un mínimo de criterio y cariño por nuestra comuna para evitar este perjuicio. Habría bastado con dejar sus fachadas y no romper así la malla histórica de su arquitectura.
(De la editorial de El Mercurio 29.05.05: “La ausencia de una conciencia real y activa de Patrimonio Cultural en la sociedad chilena, ha quedado en evidencia con el contraste de lo que sucedió en el Perú, donde el rayado a un muro histórico significó nada menos que la cárcel para los perpetradores de lo que nuestros vecinos han calificado -con razón- como un atentado al patrimonio de la nación…”).
Lamentablemente, desde el anacrónico e irracional levantamiento de las vías del Ferrocarril del Cajón del Maipo (1987), pasando por el lanzamiento al río -con buldózer- de cementerios indígenas de las riberas del Río Maipo, y el saqueo y venta ilegal de fósiles de la zona de Volcán, Lo Valdés y otras del interior (incluida la destrucción de una caparazón de tortuga del diámetro de un neumático de camión), ha habido más daños a nuestro Patrimonio Cultural que preocupación por su protección y puesta en valor.
No basta con una ley de protección ni con que nos preocupemos sólo un día al año sobre este tema, al estilo del Día del Padre o de la Madre. Para que nuestros monumentos históricos y las costumbres y tradiciones culturales heredadas sean protegidos y/o preservados, necesitamos del apoyo económico real y significativo del Estado, más leyes y normativas, la asignación de fondos y la pronta Institucionalidad del Patrimonio Cultural. Sólo tenemos la Ley Valdés que, modificada, casi es un chiste ante la enorme necesidad de financiar la protección y restauración patrimonial.
A nivel comunal, desde el mismo Municipio, también se hace necesario tomar conciencia en relación con su protección y una voluntad política para enfrentar el tema. Hay tareas pendientes que echar a andar con urgencia, como la declaratoria de Zona Típica de San José de Maipo, que se viene postergando desde 1997; y la reparación de la Torre de la Iglesia, “cuya estructura está comida por termitas y pudrimientos” según los informes técnicos de la Dirección de Arquitectura MOP de 1997 y 2007. Recientemente, estos peligrosos daños fueron “camuflados” (ojos que no ven… corazón que no siente), cambiando las tablas exteriores por nuevas, que en ningún caso van a sujetar la torre cuando ésta se venga abajo. Hay también que asumir una gestión municipal ante la Dirección de Arquitectura/MOP (DA), para desatascar el Proyecto de Restauración de la Estación de El Manzano (Museo del ex Ferrocarril Militar), cuyo financiamiento está contemplado con fondos del BID en el Plan de Puesta en Valor del Patrimonio de la DA y la SUBDERE ($660 millones para proyecto y construcción).
Ojalá las iniciativas del Estado sigan creciendo, como también el respeto y la estimación por su Patrimonio Cultural. Es de esperar que la conciencia de protegerlo y valorarlo en beneficio de todos sea más poderosa que los intereses comerciales y personales de algunos pocos.
¡Felices 364 días del Patrimonio Cultural de Chile y del Cajón del Maipo…! DdO
