Versión electrónica de la Revista Dedal de Oro. Nº 50 - Año VIII, Primavera 2009
ANTONIO GIL
Se la conoce también como amapola de California, de donde es originaria. Se cree que llegó a Chile hacia fines del IXX, camuflada entre el trigo que se importaba de Estados Unidos. Su minúscula semilla, suponen algunos, se habría escurrido de los trenes cargados de ese cereal y se habría adaptado cómoda y gentilmente entre los cardos, el palqui, la corregüela y otras yerbas nativas, con su bella y vibrante sencillez. Todos amamos esa flor, cuya planta, humilde y deslucida durante casi todo el año, se oculta entre otras como ella, para
 
comenzar a arder en su floración desde septiembre hasta mayo de cada año con su fulgor de mariposas. Sólo algunos conocen sus poderosas cualidades analgésicas y sedantes, aunque según los expertos su uso es contraindicado en mujeres embarazadas, que estén dando de mamar y personas con glaucoma (para cuya mejoría está comprobado el uso de otra yerba: la marihuana, esa gran medicina prohibida).

Como su homónima vegetal, esta revista que tienes entre las manos, a la vez bella y sin pretensiones, es también una gran fuente de salud. Tranquiliza leerla, tranquiliza que exista, y a diferencia de la flor del tren, puede ser consumida por mujeres embarazadas o en tiempo de lactancia, con gran provecho para la madre y el niño.

Yo personalmente soy muy feliz cuando escribo mis modestas líneas para publicar en Dedal de Oro. Recibo por hacerlo una compensación incalculable, mil veces más valiosa que el dinero, que me relaja y me devuelve la tan frágil esperanza en la voluntad transformadora de la especie humana. El Cajón del Maipo, donde pasé gran parte de mi infancia, me da a través de Dedal de Oro la posibilidad de reconectarme con esa patria chica que nace en Las Vizcachas y se pierde mundo arriba, hundiéndose en sus miles de misterios, su agua negra, sus nogales, sus nostalgias, sus parras y sus álamos.

No sólo es simple y bello el Dedal de Oro. Es también saludable, curativo y profundamente mágico. DdO

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