Mucho se ha escrito sobre el ciclo del agua en la naturaleza, sin el cual la existencia de nuestro planeta, tal como es, sería imposible. Pero el agua desarrolla también un ciclo en lo particular de nuestro cuerpo, uno que es imprescindible para nuestra existencia como seres humanos. La salud humana integral depende de tres factores fundamentales: un factor psíquico, que podríamos describir como un manejo sano de las diversas emociones que la vida diaria nos provoca; y dos factores físicos: la respiración y la alimentación, las que requieren agua para poder ser efectivas. Nuestra alimentación debe incluir agua cada vez que el cuerpo lo pide para realizar los procesos interiores que permiten vivir. Para respirar necesitamos aproximadamente un litro de agua al día. El aire que respiramos debería ser húmedo,

cálido y limpio, pero este mundo contaminado en que debemos movernos hoy en día impide que esto sea así. Soportamos el aire sucio gracias al agua: los fenómenos de humidificación de la nariz y los conductos respiratorios exigen de un mínimo de dos tercios de litro al día. Sin este proceso de producción de humedad, el sistema respiratorio se estancaría debido a los residuos sólidos y colapsaría en poco tiempo. En una hora, respiramos un poco más de mil veces; en un día, veintiséis mil veces; y en un año, casi diez millones de veces. Esto se hace posible con apenas un tercio de litro de agua al día. Un dato más: cada uno de nuestros pensamientos fluye a través del agua. La chispa que da origen a un pensamiento se origina por la combinación de sodio y potasio en ciertos tejidos nerviosos bañados en un líquido compuesto principalmente por agua. Sin agua, no podríamos pensar.

Gaste un poquito de agua pensando: ¿Desde cuándo existe el agua? Desde algo así como… cinco mil millones de años, tantos como la edad del universo. ¿Es usted capaz de imaginar lo que son 5.000.000.000 de años? ¡Denme, por favor, un vaso de agua! DdO