:: Todo lo que uno hace se devuelve por triplicado

Por Miguel Bascur Middleton

Vivo solo, arriendo una pieza en San José. Trabajo con una diseñadora de joyas en San Alfonso, y cuando no termino muy cansado ayudo aquí en la revista, sobre todo con la página web. Tengo una hija que vive con su mamá, en Santiago. Ella estudia Licenciatura en Artes en la Universidad de Chile, con mención en orfebrería. Está estudiando lo mismo que yo, va a seguir la línea paterna.

Siempre me ha gustado vivir en zonas rurales, la gente es mas auténtica y sus necesidades más reales. En Santiago veo a las personas con un sueldo de trescientos mil pesos y no les alcanza para vivir. Acá, con lo mismo, viven como príncipes. El entorno me encanta, no sé si me gustaría vivir en otro lugar. He vivido en la playa, en Chiloé, pero el Cajón del Maipo es especial. Llegué hace quince años y me he ido como tres veces, pero vuelvo, creo que ya me hice parte del paisaje. Siento que la gente de clase socioeconómica más baja, aquí, está sonada. No se canalizan las oportunidades para que la gente pobre tire pa'rriba y rompa el círculo de la pobreza. Hay que cambiar a las autoridades. La gente acá es de buenos sentimientos, trasparente. Pero me da rabia no poder cambiar la injusticia, la pobreza. Sin embargo, intento ayudar a la gente a superar sus limitaciones, es por eso que me meto en política y siempre estoy trabajando en organizaciones como juntas de vecinos o artesanos.

Mi vida ideal sería cambiar un poco mis condiciones materiales, tener más tiempo para hacer lo que me gusta. Mi mayor sueño es vivir en una sociedad donde las condiciones sean iguales para todos y la gente no sienta carencias. Cambiaría la injusticia, el hecho de que por nacer en cuna de oro se tenga acceso a las cosas ricas de la vida. Mejorar eso pasa obligadamente por trabajar el lado espiritual de la gente. El egoísmo es la base de todos los males, el no saber compartir. Eso se produce por el vacío espiritual. Yo, que no tengo fe religiosa, debiera tener una oquedad inmensa, pero espiritualmente me siento bien llenito. Siento que tengo la capacidad de ser feliz. Una de las cosas que me provoca mayor felicidad es ver a mi hija haciendo cosas preciosas en la universidad, haciendo objetos que me dan gusto, porque los rudimentos del oficio se los enseñé yo. Cuando las cosas me resultan, me siento feliz. Pero es por egoísmo y codicia que existe la violencia, las guerras. Me encantaría que no existieran los países, las fronteras. América tiene recursos para que la gente viva en la abundancia.

Dios es una energía que mueve el universo, no creo en Dios como un ser omnipotente. Me encantaría que existiera, porque la gente tendría realmente un refugio, pero un ser de bondad, no el castigador... En realidad, me gustaría más una diosa. Creo que pertenecer a una religión aleja de Dios, no hace entrar en comunión con él. También me encantaría que existiera vida después de la muerte, sería un alivio, y me gustaría creer en la reencarnación, ya que si fuera así el espíritu iría adquiriendo experiencias. Pero yo hago mis cosas como si después de esta vida no hubiese otra.
La vida tiene el sentido que uno le da. El mío es hacer el bien, ayudar a mis semejantes. Todo lo que uno hace se devuelve por triplicado. Si uno se porta mal, la gente se porta mal tres veces contigo, y si uno hace el bien, éste se te devuelve por triplicado. Hay que dejar alguna huella de nuestra vida, contribuir al progreso de la humanidad, ayudar a que este mundo sea mejor, aunque sea presuntuoso. Rechazo la violencia, que nunca trae nada bueno. Hay violencia en las noticias, entre las personas, siempre hay alguien queriendo pasarte por encima. La sociedad esta estructurada así.

Conversando con una amiga me enteré que esta comuna tiene el índice más alto de embarazo adolescente a escala nacional. Creo que es urgente una educación sexual, no sólo a nivel de colegio. Habría que educar a los padres para que no tengan falsos pudores ni cartuchismos. Yo tengo la experiencia con mi hija. Cuando tenía once o doce años me di cuenta que la mamá jamás le había hablado nada al respecto. Ella ya estaba a punto de enfermarse por primera vez y tuve que asumir su educación sexual. Encontré crítico que ella no hubiera tenido información hasta ese momento. El resultado fue efectivo, sé que ahora tiene una vida sexual sana. Yo mismo la llevé donde una ginecóloga para que le recetara anticonceptivos. De hecho, al primero que le contó cuando tuvo su primera relación sexual fue a mí, siendo que no vive conmigo. Por otro lado, se les debe enseñar a las niñas el cuidado de sus hijos, no están preparadas para ser madres. Acá nadie da información de nada. Si una educación no se hace efectiva, jamás se va a romper el círculo de la pobreza. Además, se estigmatiza mucho a la madre soltera. La edad para tener una relación sexual..., en término medio creo que a los dieciséis o diecisiete años es un buen momento. Hay gente que tiene una madurez más temprana, pero a veces no está emocionalmente preparada, aunque la parte hormonal del cuerpo sí está disparada. La naturaleza es sabia, y si dice que a esa edad está bien, está bien. Si emocionalmente no está bien, es por culpa de la sociedad. Antiguamente las mujeres se casaban a los doce años. De hecho, la antigua ley dice que las mujeres pueden casarse a partir de los doce y los hombres a partir de los catorce años. Romeo y Julieta tenían quince y trece.

Mujer y hombre son complementarios. La iglesia católica tiene mucho que ver con el machismo en la sociedad. El papel de la mujer en muchas sociedades antiguas era el preponderante. Quizás se deba a que el hombre ha asumido el papel de proveedor y la mujer está encargada de los hijos. Lamentablemente, en este mundo, el que domina lo material tiene el poder. El dinero es importante, pero el amor lo es más. Con amor la salud mejora automáticamente, eso está comprobado. El amor es lo primordial.


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