:: PERSONALIDADES.
    

Gastón Soublette Asmussen
La joven casadera.
Las referencias simbólicas del I Ching, a veces, son demasiado elípticas para la mentalidad occidental. Es el caso del hexagrama llamado "La Joven casadera" y que en el orden del libro corresponde al Nº 54. Este hexagrama se compone del signo para el Trueno y el signo para el Lago. El texto, que explica el hexagrama como imagen, dice: El trueno mueve el agua del lago que lo sigue en olas centelleantes.

Esto simboliza a la joven que sigue al hombre de su elección. A ningún pensador, artista o poeta occidental podría ocurrírsele que un fenómeno natural como el antes descrito podría simbolizar remotamente la situación de una mujer joven que sigue a un hombre del que está enamorada. Sin embargo, la clave para entender esa remota simbología se halla en el hecho de que el Trueno, entre los signos primarios del I Ching, corresponde, según la jerga del libro, al así llamado "Hijo mayor", y el Lago, a la "Hija menor". La combinación de estos dos signos extremos, según los comentarios canónicos, corresponde a la situación de una mujer joven que se casa con un hombre mayor. Pero aún así explicada la situación, la mentalidad occidental no entiende fácilmente por qué el primer dictamen de este capítulo dice: La Joven Casadera. Las empresas traen mala fortuna. Nada es favorable. Nada más contrario a la idea de una muchacha casadera que la idea con que concluye el dictamen, esto es: Nada es favorable. Sólo por el contexto de los dictámenes y comentarios siguientes llega a entenderse que ese lenguaje para el gremio de los letrados chinos se basa en supuestos no explicitados que un occidental necesita conocer de antemano para entender su sentido.

Dos ideas básicas pertenecientes al paradigma cultural de la China antigua están en juego en el mensaje que contiene este capítulo. La primera dice relación con la índole receptiva de YIN, y la segunda dice relación con las costumbres y ritos de una sociedad poligámica. Así, en el sólo enunciado del significado y composición del hexagrama viene la palabra clave que explica el carácter desfavorable del primer dictamen: ...la joven que sigue al hombre de su elección, frase que nos presenta a lo femenino, esto es, al polo YIN, en una posición activa y no receptiva. La mujer debe ser requerida por el hombre y no viceversa. En el I Ching, la posición activa del YIN es descrita siempre como maligna. Esa idea es la que informa a la segunda, esto es, que en una sociedad poligámica, la mujer joven e inexperta que entra a formar parte del harem de un hombre mayor, no puede pretender, sin graves consecuencias, llegar a ser la predilecta, aventajando a las demás esposas, y menos aún a la principal.

Ahora bien, todo este lenguaje que parece aludir específicamente a las relaciones de pareja y al matrimonio, no es más que una gran parábola en la que se está tipificando la debida comprensión y el obrar recto y prudente que a todo hombre corresponde en el seno de una sociedad altamente jerarquizada, de ahí que en los otros dictámenes se mencionen situaciones dependencia que se dan en la administración pública y en la corte. Así, si un hombre de menor rango goza de la amistad del príncipe, no debe por eso infatuarse y pretender un trato de igual a igual con los ministros.

Entre los discípulos de Jesús, el violento y temperamental Pedro siempre tendió deliberadamente a aventajar a los demás. Las carencias espirituales que limitaban su comprensión no eran advertidas por él. Siempre Jesús tuvo que intervenir para ponerlo en su lugar. Cuando Pedro le dice: "Yo daría por ti mi vida", el maestro le responde: "En verdad te digo, antes que cante el gallo me habrás negado tres veces". Cuando en el mar de Galilea Jesús se aparece a sus discípulos después de muerto, él se tira al mar y nada para llegar primero a la playa. Después pretende arrastrar solo la red llena de peces (símbolo del incremento de la primitiva Iglesia por la predicación). Sentados ya en la arena frente al resucitado, Cristo le pregunta: "¿Me amas más que estos?" Pedro responde que sí, pero Cristo le pregunta lo mismo tres veces. La referencia de las negaciones es evidente. Pedro vuelve a llorar su traición y entiende la vanidad de sus pretensiones.

Cuando Jesús comparece ante el sumo sacerdote, es Juan quien está a su lado afrontando lealmente la situación. Pedro se ha quedado fuera. Si logra entrar es porque Juan lo solicita. Por eso al final del evangelio de Juan entendemos que se trataba de una rivalidad de Pedro con éste. Por eso cuando Jesús llama a Pedro para que lo siga, Juan viene detrás. Pedro pregunta por él: ¿"Y éste, qué?" Jesús le responde: "Si yo quiero que éste quede así hasta que yo vuelva, ¿a ti qué puede eso afectarte?". Es entonces que Jesús le predice su fin mediante un lenguaje profético y elíptico: "Vendrá el tiempo en que, viejo y ciego, otro te ceñirá y te llevará donde tú no quieras ir". Entendemos por esto que Pedro es el cuerpo de la Iglesia (Institución jerarquizada, comunidad litúrgica) y Juan es el espíritu. Aquel está sujeto a la caducidad, éste es indestructible.

Aplicando el hexagrama 54 a la situación descrita, vemos cómo un hombre de menor talla espiritual pretende ser el predilecto en la comunidad de discípulos de Jesús y las humillaciones que tuvo que pasar para ser puesto en su lugar por el maestro. Cuando Pedro entendió todo y dio su vida por la fe, pidió ser crucificado al revés para expiar sus vanas pretensiones y graves defecciones.

Con la Joven Casadera se puede llegar muy lejos.