:: PERSONALIDADES.
   
Prof. Benedicto González Vargas

Los Niños Índigo.

Desde hace algún tiempo se viene comentando en diversos círculos psicológicos, pedagógicos y familiares que los niños de hoy ya no son los de antes. Tienen capacidades más desarrolladas que las nuestras y una forma distinta de entender sus relaciones interpersonales, en las que priman la afectividad, inofensividad y falta de competencia

Una de las corrientes de la psicología, la llamada Psicología Transpersonal, ha hecho fama con el nombre con el cual denominó a "una nueva raza de niños" como afirma el prestigioso canal Discovery Channel en su páina web, cuya misión es inundar de amor nuestro planeta, trabajando desde muy pequeños en sus propias familias: son los Niños Índigo, nombre reconocido internacionalmente y que se refiere al color azul-añil de su aura.

En efecto, los investigadores del tema sostienen que la tarea de estos pequeños es lograr el equilibrio planetario en la delicada ecuación entre la ciencia y el amor. Como dice Enrique Barrios (autor de Ami, el Niño de las Estrellas), un avance científico y tecnológico, sin los niveles de amor suficientes los únicos que importan en el universo espiritual es la peor amenaza de autodestrucción que puede tener un planeta. La labor de los Niños Índigo es elevar la vibración de la Tierra y para ello están encarnando masivamente desde la década del 60. Se estima que el 80 % de los niños menores de 12 años manifiestan entre un 75 y 90% de las características de la Frecuencia Índigo. Semejante cantidad hace necesaria una profunda reflexión respecto de nuestra organización social, en cuanto a la familia, el colegio, la sociedad, las ciencias, etc.

El modelo tradicional y autoritario no funciona con los Niños Índigo, por varias razones:

1. Tienen una mayor energía, lo cual a menudo se traduce en el errado diagnóstico psicológico de Déficit Atencional (D.A.) o Déficit Atencional Hiperactivo (D.A.H), entre otros diagnósticos, lo que los lleva a medicarlos.

2. No son competitivos, por lo tanto, pese a su gran inteligencia, no desean ser los mejores de su clase, pero tampoco los últimos (en todo caso, nosotros debemos ampliar nuestro concepto de inteligencia e incorporar los aportes de Gardner, Inteligencias Múltiples, y Goleman, Inteligencia Emocional).

3. Tienen una marcada actitud espiritual, muchas veces se refieren a Dios o a los sucesos ocurridos antes, en vidas anteriores.

4. Son intuitivos.

5. Poseen características especiales para sanar, lo que los hace acercarse espontáneamente a la gente que siente dolor.

6. No aceptan la autoridad per se, tienden a ser rebeldes. Hay que marcarles los límites con acuerdo de ellos.

7. Se frustran en sistemas educativos tradicionales. Se sugieren los métodos escolares Creática, Waldorf o Montessori, pero más que "cambiar" a los niños a ese tipo de escuelas, son las escuelas las que deben cambiar sus metodologías.

8. Tienen, en estado natural, una alta autoestima, pero puede atrofiarse al ser "normalizados" por la sociedad, en tal caso pueden volverse retraídos.

9. Su labor la empezarán a desarrollar desde la familia.

10. Son hipersensibles. Su sensibilidad está altamente desarrollada, en ambos sentidos del término: Se conduelen con el dolor ajeno y, a la vez, sus sentidos están mejor dotados.


Se han definido cuatro tipos básicos de Niños Índigo, a saber: Humanista, Conceptual, Artista e Interdimensional, cada uno de ellos con características similares y distintivas a la vez, pero todos conscientes de su aporte a una sociedad más armónica y verdaderamente civilizada.

Para los padres de Niños Índigo hay una tarea enorme, pues no sólo se trata de un fenómeno relativamente nuevo, sino que, además, implica un cambio en los esquemas de crianza que han sido tradicionales. Para ellos, se sugiere tratar al niño con respeto, conversándole y explicándole en vez de mandarle; darle libertades en la medida de sus fuerzas; consensuar con él los límites; ayudarlos y explicarles todo en cada momento. Sin lugar a dudas, los padres tienen una enorme responsabilidad, no nos olvidemos que fueron elegidos por esos niños para cumplir su cometido.

Por otra parte, los sistemas educacionales se están llenando de niños con características Índigo que no son comprendidos por sus profesores. Se hace urgente buscar métodos pedagógicos de mejor calidad. La Reforma Educacional, bien entendida y aplicada, es un excelente instrumento, pues hunde sus supuestos formativos en experiencias de desarrollo personal y espiritual, aunque muy pocos han reparado en ello.

Por todo lo anterior, cabe señalar que el cambio es urgente e irreversible, y que estos propios niños ayudarán grandemente a él. Son los constructores de la Civilización del Amor, y nosotros no debemos dañarlos con nuestro sistema social involutivo, ignorante y superado.

Finalmente, una aclaración necesaria: hay muchos padres que, al enterarse de que sus niños son índigo, hacen diferencias entre éstos y otros que no han sido reconocidos como tales. No nos interesa dar cuenta de este tema si con ello algunos creen ver una raza o casta superior, nada más lejano de nuestra intención. TODOS LOS NIÑOS SON IGUALES, y todos merecen el trato que proponemos para que nuestra sociedad se adapte a los Niños Índigo. No hay niño hoy día que no manifieste más de una característica índigo y eso, sólo eso, debe motivarnos para establecer con ellos relaciones distintas a las que nuestros padres y profesores tuvieron con nosotros.