:: PERSONALIDADES.
   

Gastón Soublette Asmussen
El Tao y la Biblia.
En el artículo anterior se expusieron las razones de por qué en la historia de la sabiduría china hay una filosofía de la naturaleza y una filosofía de la cultura. Cabe señalar, sin embargo, que en todas las culturas antiguas, con el despuntar de la empresa civilizadora, surgieron necesariamente las mismas dos tendencias. En los capítulos II y III del Génesis, se puede apreciar la proyección de este problema en el momento histórico en que Moisés, por inspiración superior, enseña al pueblo hebreo los principios fundamentales que deben regir su vida.

El Pecado Original.

En la descripción de la ventura original del hombre y en la tragedia de la pérdida de ese estado, se hallan todos los elementos con que hoy la teología bíblica ha podido decodificar esos textos y entender lo que para un pueblo nómade, que se concibe como elegido de Dios, fueron los imperios paganos del medio oriente. En todo eso debemos ver una confrontación, por demás violenta, entre los pueblos trashumante pastores de los tiempos neolíticos y la empresa civilizadora de sumerios, acadios, asirios y egipcios. Así, la sabiduría que la serpiente tentadora ofrece a nuestros primeros padres y mediante la cual se conoce el bien y el mal, es calificada por el tentador en términos extremadamente atrayentes: “Seréis como dioses (Elohim) conociendo el bien y el mal”. Este breve relato, en el que se juntan conceptos e imágenes tan disímiles como la ciencia y el fruto delicioso y tentador del árbol central del paraíso, remite a los antiguos ritos de fertilidad practicado mediante el erotismo ritual. Hombres que copulaban con las sacerdotisas del templo de la diosa Ishtar en los tiempos sumerios para adquirir la sabiduría que fue la base de los imperios agrícolas. La serpiente fue una divinidad agrícola en Canaan, territorio en que los hebreos se asentaron por dos mil años y fueron permanentemente tentados por la sabiduría civilizadora de los paganos. Eva, que fue la primera en ceder a la tentación, invita a su compañero a hacer lo mismo... El texto se cuida muy bien de informarnos que ella fue la madre de todos los vivientes, título que ostentaba la diosa Ishtar de Sumer. Ella, ofreciendo la fruta tentadora a Adán, deviene entonces una réplica de la diosa de la fertilidad; por eso la tradición popular siempre intuyó que en ese pasaje bíblico se estaba aludiendo a algo que tiene que ver con lo erótico... Evidentemente que la conclusión ingenua de que el primer pecado fue sexual es inadmisible, aunque la única verdad contenida ahí que se relaciona con el sexo apunta al erotismo ritual que acompañaba todo el aparataje religioso referente a la agricultura.

Así, las sacerdotisas de Ishtar fueron las que fundaron en el mundo la prostitución, aunque ningún hombre de la antigüedad recurría a ellas por una sola necesidad fisiológica. Siempre esa necesidad fue claramente asociada al contexto de prácticas ceremoniales que aseguraban la fecundidad de las especies vegetales, animales y humana. La desacralización de esas prácticas en el orden civilizado fue la causa de que hubiese en la sociedad mujeres que profesionalmente ofrecían satisfacción a los hombres, que eran presa de un deseo sexual incontenible, lo cual ocurrió muy tardíamente. En la Biblia hay pasajes de El Libro de los reyes en que se echa de ver que la prostitución tenía aún en el siglo octavo antes de Cristo un carácter ceremonial.

En conformidad con la orientación básica del Taoísmo, el Antiguo Testamento contiene múltiples pasajes referentes al rechazo de la empresa civilizadora; por de pronto todo el episodio referente al árbol de la ciencia del bien y del mal. Enseguida está el pasaje de los hermanos primordiales. La tendencia clara del texto pertinente es la de atribuir los elementos básicos del orden civilizado a Caín, el fratricida. Su nombre significa “herrero”, el que trabaja el hierro. El funda la primera ciudad para su hijo Enoch. Además es agricultor, es decir, un sedentario. En tanto que el hermano bueno es pastor, esto es, un nómade (piadoso y fraternal). De sus descendientes surgen los metalúrgicos en cobre y hierro, y los artistas; es decir, lo que en antropología se entiende como el homo faber, el homo políticus y el homo ludens. Frente a ellos está el proyecto constructor del mundo, ese a que Jesús se refiere en términos tan peyorativos; aquel cuyos reinos le son ofrecidos por Satanás desde la cumbre de un monte. El violento rechazo de Jesús a transformarse en un monarca mundial y mundano viene a ser la coronación del pensamiento hebreo iniciado en los capítulos del Génesis antes comentados. Las ocho bienaventuranzas del Sermón del Monte son el fundamento espiritual de su rechazo. En esas bienaventuranzas Jesús nos muestra su ideal de hombre: vida sencilla por razones espirituales, solidaridad con el sufrimiento de los demás hombres, repugnancia por la alegría mundana, corazón manso y humilde, cultivo permanente de la propia persona en pro de la perfección (trabajo sobre sí mismo), perdón y generosidad frente a las imperfecciones de nuestros semejantes, corazón puro y limpio de todo proyecto siniestro, trabajo activo por la paz entre los hombres.

Si a eso agregamos el siguiente consejo contenido en el mismo sermón: No andéis preocupados por el día de mañana, bástele a cada día su propio afán, entenderemos claramente que los negocios del mundo actual, que han puesto en jaque la vida en el planeta, no guardan relación alguna con el maestro fundador de la cultura europea y cabeza de la Iglesia; esos negocios que se emprenden bajo el signo de la muerte tienen por fundamento la ciencia del bien y del mal, es decir, la sabiduría civilizadora de las divinidades paganas. Tal podría ser una iluminadora aproximación de la sabiduría bíblica a la del Tao Teh King de Lao Tse.