Encabezado Dedal de Oro
EL TREN: A TRAVÉS DE DEDAL DE ORO
"…EL TREN ES LO MÁS LINDO QUE HAY…"
Extracto de "TREN: PROYECTO AVE FÉNIX" - Dedal de Oro N°58, Por: CECILIA SANDANA GONZÁLEZ Y LUIS LEÓN VERA

Texto originado desde una conversación entre Cecilia Sandana González,
de Dedal de Oro, y Luis León Vera, presidente del proyecto ave fénix.


Luis León en labores treneras
Luis León en labores treneras



Luis León en una labor pedagógica con niños de La Pintana
Luis León en una labor pedagógica con niños de La Pintana

Me preguntas por la evolución del ferrocarril desde que hicimos la primera entrevista en Dedal de Oro, hace más de cuatro años. En ese entonces, quien te habla era muy criticado, era un gallo loco. En esa entrevista te dije que ojalá encontrara a alguien que me ayudara. Dije: no me moriré tranquilo hasta que no eche a andar el tren. Es como un arriero que va cruzando un paso cordillerano para que no lo pille la tempestad. Desde el día en que puse a andar la máquina, llegó mucha gente a ofrecerse: lo vamos a hacer, lo podemos hacer, pero cuando le dices que no hay plata… Pero un día llegó por aquí Víctor Cáceres, cuando se estaba postulando para alcalde. Yo lo había conocido en otras circunstancias, no muy agradables para ninguno de los dos… yo de política no entiendo nada. Y me dijo: Don Luis, yo siendo alcalde lo voy a ayudar. A poco andar salió alcalde y así fue. Después pasaron muchas cosas, aparecieron detractores, la gente del Proyecto del Manzano hacía críticas no constructivas. Yo, con lo poco y nada que tenía, les estaba demostrando que se podía hacer. Hay una frase de un amigo: "Trabajo voluntario, poder revolucionario". En este caso, la revolución es trabajando, se hacen las cosas y generas confianza. Así, el 22 de mayo del 2007, el día después de mi cumpleaños, yo tuve el honor de conocer a Martín Mellado, al que su padre le había mostrado la entrevista en Dedal de Oro, y se encantó con el proyecto. Cuando él llego vio la máquina andando, sin vidrios, y me dice: todo se le va a mojar, y yo le dije: no se preocupe porque le pondremos vidrio chileno, y él me pregunta: ¿cuál es ese?, y yo le digo: es el plástico. Y me dice: yo le voy a ayudar, ¿cuánto sale?, y le respondo: tanto. Y que cuánto me iba a demorar, y le dije: una semana, y para sus adentros debe haber pensado cuánto vale este güeón… Me colocó un precio. Me dejó plata y cumplí, y desde ahí partió una confianza enorme. Entonces me dice: Don Luis, no le gustaría hacer una estación de trenes, y yo, pasto seco, prendí al tiro, y le dije: hagamos una estación, pero una estación es cara, hay que arrendar grúas y un montón de cosas, gente que valga la pena, y él: no se preocupe, con las grúas cromo y la gente de montaje de la empresa Tensocret lo hacemos. Cuando yo lo veo a él en la estación de San José, con esos gorros que usa, y lo veo metido entre sus trabajadores, yo digo este hombre vale la pena. Lo encontré bueno de alma al hombre.

Entonces me dijo: consígase los vehículos con sus amigos los militares, y con la gente mía haremos el trabajo. Y así rescatamos lo que estaba botado en la estación de San José, el carro que estaba en el estadio militar, y después el que estaba en la plaza. Así partió esto, y ahí aparece un gran personaje: el papá de don Martín, que es muy sabio y tiene lo que tenemos algunos: es medio loco. Llegamos a una discusión sobre qué carro restaurar, y él escogió el que este momento está listo. Después conocí a los hermanos de don Martín y vi el valor que le dan a la cultura. Porque éste es un patrimonio del Cajón del Maipo y ellos ponen la plata. En algún momento pensé estos gallos quieren lucrar, pero todo lo contrario, nosotros los Ave Fénix lucramos con ellos.

Y así fue llegando gente. Cuando formamos la Agrupación Ave Fénix fue súper importante también la revista Dedal de Oro y Juan Pablo, su director. En esa época estábamos trabajando a full, pero había que formar algo que nos identificara, y la revista dio a conocer el Proyecto –así como estaba dando a conocer también la iniciativa en El Manzano, pues el interés estaba puesto en el tren mismo-, y comenzó a asistir gente, políticos a prometer, y ocurrió algo: el Premio a la Conservación y Mantención a los Patrimonios Nacionales a la empresa Tensocret en relación al Proyecto Ave Fénix. Ahí partió la relación con el Ejército. Tuve la oportunidad de decirle a mi general Martínez que viniera a ver lo que estábamos haciendo. Apareció mucha gente valiosa: Lorena Vázquez, del Ejército; Martita Vega y Oscar Acuña, de Monumentos Nacionales, un montón de gente gestionando con el tren de Antofagasta a Bolivia una donación de rieles, que la familia Luksic hizo sin más, movida en la que tuvo participación el Ejército porque nos facilitaron la traída de los rieles con su camiones, yo los fui a buscar a Antofagasta. Entonces ya teníamos rieles, pero no teníamos durmientes, y don Martín hace sus contactos con su amigo Bernardo Schmidt, que era Gerente de Operaciones del ferrocarril de Antofagasta a Bolivia, y le presentó a don Gonzalo Mardones, productor de durmientes, quien los donó desde Yumbel. Y nos faltaba el chancado, y aquí aparece otra estrella, Walter Oliva, y él haciendo su campaña política me dice Don Luis yo le voy a donar el chancado. Así va apareciendo la gente. Hay muchos a quienes nombrar… Lucho Pulgar, un compadre mío con el que movimos la máquina; no puedo desmerecer la ayuda de Salamanca, Salazar, Pino, que es mi yunta, y algunos otros camaradas. Hoy llegó al Proyecto otro gran hombre, don José Luis Villalba, otro loco de la cultura, de la literatura, y lo incluimos como un loco más. Yo creo que va a llegar un momento cuando las autoridades de nuestro país nos diga: ahora nos toca a nosotros ponernos.

Cuando el tren se desmanteló, a mí me mandaron a sacar los durmientes, la línea… Cada pieza que sacaba me dolía, la sentía mía. Pero a mí me ordenaron, yo estuve una semana en el Volcán sin hacer nada, y a mí me dijo un jefe o saca la línea o se va pa' la calle, entonces yo recurrí a un viejo, a alguien con más experiencia, y le dije: mire, qué piensa usted, y me dijo: te voy a dar un consejo, hazlo güeón, porque si no lo haces tú va a venir alguien y lo va a hacer. Y se me cayeron las lágrimas en el andén de la estación del Volcán. Ese lugar me trae buenos recuerdos y amargos recuerdos, allí fue donde sacamos el primer riel para que se los llevara Aceros Quinta Normal, y aquel preciado riel -que hoy mucha falta nos hace- fue derretido. Países vecinos defienden su cultura y aquí nosotros botamos las cuestiones y ponemos un mall. Entonces, quiero enterrar este pasado, ¿y cómo lo hago?, pues haciendo todos los días algo para el tren, y soy la persona más feliz del mundo. Mi señora me dice "onda tren", si a ti te hablan del tren te vuelves loco, pero ella también lo ama. Ahí la conocí, ella iba en tren con su jardín infantil a los rodados imagen del Cajón como una roca preciosa, en bruto, falta el escultor. Si tuviéramos el tren no tendríamos nada que envidiarle al mundo, con el turismo la gente no tendría ni que moverse de su casa para obtener el sustento diario. La gente del Cajón tiene que salir afuera a ganárselo. Si tuviéramos un tren turístico sería espectacular. Ni pensar en una carretera porque se mata la comuna, los argentinos pasarían derecho a Viña del Mar. Pucha, nadie tuvo los cojones para decir que no nos saquen el tren. El empresario, al dueño del bus, del camión, quería que sacaran el tren, porque para ellos económicamente el tren era un adversario insuperable.

Sala Cultural Fidel Sepúlveda Llanos

Si me preguntas sobre la reciente inauguración de la sala cultural, te digo que culturalmente no sólo la estación lo necesita, sino que todo el Cajón y todo el país, para que nos demos cuenta de la gente que tenemos. Los artistas son reconocidos afuera. Qué grato para mí es que Fidel Sepúlveda Llanos con su magia llegara a la estación desde el más allá. Esta inauguración fue importante, porque aquí se juntó la gente del Cajón y el canto del campo chileno. Qué lindo que haya sido aquí en la Estación del Melocotón. De repente la gente que viene de afuera pregunta dónde hay un museo, pregunta por la cultura de nuestra comuna. De una vez por todas darle al Cajón del Maipo el sitial que le corresponde, porque en Chile hay tres lugares declarados zona de interés turístico: San Pedro de Atacama, las Torres del Paine y nuestro querido y bello Cajón del Maipo, y ahora llegó el momento que desde aquí parta una llamita.

Con respecto al futuro del Proyecto, lo veo viable, porque somos capaces, con un directorio de lujo. La gente no se va a dar cuenta cuando estemos en la estación de San Alfonso. Este proyecto está hecho por privados para la comunidad, para que la comuna recupere su patrimonio. No tengo nada contra los políticos, pero no quiero que esto tome ese ribete. Nuestra única política es el tren, independiente de nuestros amigos. Quiero darle las gracias a todos los que nos tiran buenas vibras. ¡Qué lejanos están esos días de la primera entrevista, esto era como un cuento, pero hoy es real! Y quiero decirle a la gente que venga a conocer el Proyecto, para eso está también nuestra página web, para quienes quieran conocerlo. Las puertas están abiertas. La gente debe sentir que es su tren, que es de la comuna de San José de Maipo, y debe apoyarlo. Hago un llamado a todas las fuerzas vivas para que vengan a conocerlo.

 
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