:: DECISIONES.
   Antes de morir echaré a andar el tren.
Palabras de Don Luis León, ex Jefe de Estación y Maquinista, rescatadas de una larga conversación con Cecilia Sandana, Subdirectora de Dedal de Oro, en torno al proyecto Ave Fénix, que apuesta por la recuperación del Ferrocarril del Cajón de Maipo.

Por Cecilia Sandana González.

Entré al ejército a hacer el servicio militar, en ese momento existía el tren. Fui seleccionado de fútbol del ejército, entonces la selección se encontraba en Talca y me mandaron para allá. Cuando volví a Puente Alto, lugar donde estaba mi regimiento, vi que todos mis compañeros se habían ido, sólo quedaba el comandante Urzúa, él me dijo: “tú no te vas a ir del ejército”, yo le dije que era hombre de campo y que me iba a ir a Melipilla, porque soy huaso a mucha honra. El comandante me dijo que no me podía ir, que aquí iba a aprender y que me iba a contratar como asistente de mozo. Mi primer trabajo en el ejército fue haber sido soldado conscripto, me fui a trabajar al casino de oficiales como cantinero, estuve meses como asistente de mozo y luego me contrataron como soldado de planta, como ferrocarrilero, y ahí me mandaron a hacer cursos a Ferrocarriles del Estado. Me tocó una huelga, conocí Sewel, Caletones, toda esa parte, y volví al regimiento a cumplir misiones de ferrocarrilero, obviamente, hacia el interior del Cajón del Maipo. Yo era joven, 20 ó 21 años, muy enamorado del Cajón y los trenes, porque se relacionaba donde yo vivía en Melipilla, llegaba el tren y eso me gustaba.

Empecé a trabajar en el tren y allí hice todos los trabajos que se hacen, barrí los carros, hice cursos de maquinistas, de operador de máquinas pesadas. Me llamó la atención la cantidad de viajes que se hacían, porque en ese tiempo era el boom del tren hacia el Cajón del Maipo. Lo que más me gustó del Cajón fue la gente, era bonachona por ser de campo y por eso me agradaba trabajar en el tren, y así partió esto como una pasión.

Yo siempre dije que esta es mi vocación, entonces me
Luis León en el Regimiento
de Puente Alto, 1978
Ferrocarril de carga en
la estación El Volcán, 1914
esforzaba en que nunca fallara el automotor, ni el tren para la gente, porque encontraba muy bonito como trabajaban, todo el empeño que ponían en mandar a los niños al colegio, donde habían tantas distancias. Entonces habían automotores que se llamaban autoescolar; ahí viajaban todos los lolos al colegio. Lo otro que llamaba mucho la atención era que había mucho turismo, el Cajón tenía mucho movimiento, además de la mina Mercedita, y más abajo tenías la Yesera Romeral, que todavía sigue trabajando, entonces el yeso en colpa elaborado se debía entregar en Puente Alto a la Volcanita. Ahí estaban las líneas que conectaban estas empresas con el Regimiento, que era la estación punta y, producto de esto, seguía haciendo todo tipo de trabajos; de repente palanquero, maquinista y ayudante, de todo me entendí, porque en el ejército lo que el hombre no aprende es a tener guagua.

Lo triste para mí fue cuando dijeron que el tren se terminaba, yo decía que no se puede terminar y mucha gente decía lo mismo. ¿Qué es lo que ocurrió? Mucha gente de los ex uniformados que eran ferrocarrileros militares se empezaron a ir porque los viejos cumplieron sus años. Se fueron a retiro y, debido a eso, no se contrató más gente, porque dijeron que el ferrocarril económicamente no era viable. Lamentablemente, llegó la parte más triste, cuando se llamó a licitación. Hubo cuatro propuestas y la entidad que ganó fue Aceros Quinta Normal, dijeron que iban a sacar los 60 Km. de línea. Se licitaron los carros y todo lo que tenía que ver con el Ferrocarril. Y ahí viene la parte más penosa que me tocó vivir como ferrocarrilero, me designan con otros viejos, que eran los que reparaban las líneas, a ir al Volcán en comisión de servicio con la tarea de sacar la línea hasta Puente Alto. Honestamente, mis lagrimones se me cayeron, porque no queríamos por ningún motivo sacar la línea. Fue triste ver como cargaban los camiones de Aceros Quinta Normal y apareció la famosa horquilla, tomaba los rieles, los tiraba a un horno y duraban menos de cinco minutos, estaban hechos agua. Fue triste, pero siempre la idea mía era dejar algo antes de irme, porque fue un dolor.

Llega al regimiento el Coronel Ignacio Palma. Él llegó cuando el Ferrocarril ya estaba muerto. Le dije que hiciéramos un mini museo y fue ahí cuando empezamos a recolectar lo que quedaba del tren, con la Panchita y un carro tender, más el coche comedor, y eso quedó como una reliquia en el regimiento. Era como el sello de que fue ferrocarrilero. Después se le cambió el nombre a Ingenieros de Montaña, entonces el Ferrocarril para el ejército murió como empresa, pero es la historia la que juzga y el ejército nunca ha dejado de ser partícipe de su historia, siempre se mantiene el ferrocarrilero para muchos viejos.

Murió el tren y yo me fui, pero siguió en mí la idea de continuar con esto. En una oportunidad estaba en un proyecto de hacer un Museo Ferroviario y un mayor de ejército me pidió cooperación con el museo que estaban haciendo en El Manzano. Me fui a la estación de El Melocotón, porque estaba botada, y cuando llegué ya quedaba poco, la habían saqueado. Yo llegué recuperando la estación, y como el regimiento se iba, me llevé los trenes al Melocotón. Fui apoyado por el Consejo de Monumentos Nacionales, el Museo Histórico Militar y el Departamento de Historia. Me ayudaron con los traslados, con personal y la Municipalidad con el combustible. Esa fue la idea, hubo que llegar a armar, hacer una línea, después logramos recuperar parte de la estación. Así partió el proyecto AVE FÉNIX, con la idea de que de las cenizas nos recuperaremos. Pienso que hasta aquí vamos con muy buen pie, en un principio no teníamos apoyo, nos decían que no era viable, que estábamos pensando cosas irracionales, que cómo se nos ocurría echar a andar la locomotora. Afortunadamente insistí y apareció el alcalde de San José de Maipo, que en ese momento era concejal. También apareció otro caballero, don Jorge Lombarda y un montón de gente a apoyar y a aportar, entre otras, la Sra. Ximena Rincón. Este proyecto sería considerado como Bicentenario, junto con el proyecto de El Manzano que es el Museo Ferroviario.

Nosotros queríamos hacer acá una mini maestranza, que ya la tenemos diseñada, pero lamentablemente y por falta de fondos no hemos salido a flote. El empeño es que algún día podamos tener andando la locomotora, si yo tuviese los fondos les aseguro que no me habría demorado ni tres meses, ya la tendría andando. He gastado parte de mis fondos para comprar repuestos y nos faltan cosas más caras. También las máquinas han sufrido el vandalismo, se robaron un cable que cumple una función exacta, es la arteria principal del motor. No hubo mucha preocupación de las personas que las cuidaban y quedaron botadas. Yo creo que a la locomotora de San José hay que hacerle un techo, ponerla sobre rieles, porque se hundió y está sobre la tierra, si sigue así, el agua más el sol la empezará a podrir y no es la idea. Aquí es donde se necesita el apoyo de todos los cajoninos. Es el momento para que apoyen la situación, porque aunque ustedes no crean, una palabra de aliento vale más que un fierro, y créanme que yo estuve tres veces por mandar todo a cierta parte, no daba más porque algunos son negativos, “no señor, su proyecto no funcionará”.

Por eso llamo a la gente que tiene la pasión por el tren, les prometo que no se van a arrepentir, es una promesa que me hice a mí mismo y quiero hacérsela a todos los cajoninos también, decirles que esto va a salir, y que después, cuando esto marche bien, se sientan orgullosos de ser del Cajón del Maipo. Esto va a dar mucho que hablar, me la voy a jugar, antes de morir echaré a andar el tren, porque en esta estación va a estar vivo el recuerdo del regimiento y de los ferrocarrileros antiguos, la idea es hacerlo andar hacia arriba desde El Melocotón hacia El Almendro, el estudio ya está hecho…

REUNIÓN CON LA GOBERNADORA
El viernes 16 de Marzo, en la Estación del Ferrocarril de El Melocotón, se realizó una reunión a la cual asistió Doña Marcela Labraña, Gobernadora de la Provincia Cordillera, siendo invitada por la Corporación Cultural y Ecoturística de nuestra comuna, COMAIPO, dirigida por Don Juan Carlos Edwards. El objetivo del encuentro era exponer a la autoridad los proyectos y actividades que se están desarrollando en el Cajón del Maipo, para así hacerle partícipe de ellos. Dentro de estas actividades se trataron temas que requieren atención inmediata, como el Proyecto Ave Fénix, que encabeza Don Luis León, quien ha conservado el patrimonio ferroviario y está empeñado en habilitar nuevamente el tren; la Revista Dedal de Oro, como promotora de la cultura, el arte y el turismo comunal, y su necesario fortalecimiento; y COMAIPO, con sus aspiraciones de implementar en la comuna cursos y talleres artísticos e impulsar zonas al desarrollo integral. Doña Marcela se mostró satisfecha ante tales desafíos y se comprometió a potenciar el desarrollo necesario de nuestra comuna.
Don Luis León y Doña Marcela Labraña, Gobernadora,
en la Estación de El Melocotón

Lea el informe sobre las últimas actividades mantenidas por la Comisión de Recuperación del Ferrocarril del Cajón del Maipo. Haga click aquí.