LAS ENTREVISTAS _O CONVERSACIONES- CON MOISÉS GÓMEZ YA SE HAN CONVERTIDO EN UNA CONSTANTE EN ESTA REVISTA. EL LECTOR LAS RECLAMA Y DEDAL DE ORO SE COMPLACE EN PUBLICARLAS. UNA VEZ MÁS EL DIRECTOR DE DEDAL DE ORO SE SENTÓ A CONVERSAR CON ESTE HOMBRE QUE SANA COMPLICADAS ENFERMEDADES MEDIANTE LA SIMPLE IMPOSICIÓN DE SUS MANOS. LA EXISTENCIA _CON SUS FENÓMENOS DE VIDA, MUERTE, CONDUCTA, ETC.- ES EL AMPLIO E INEVITABLE TEMA. PARA TENER UNA VISIÓN COMPLETA DEL CONCEPTO DE VIDA QUE MOISÉS NOS VA DIBUJANDO CON SUS PALABRAS, RECOMENDAMOS LEER O RELEER LAS TRES ENTREVISTAS ANTERIORES. APARECEN EN LAS REVISTAS 38(ver), 41(ver) Y 42(ver) .

-Esta vez te invito a comenzar hablando de la teoría de la reencarnación, más específicamente: ¿Cómo es posible que las almas reencarnadas sean cada vez más, considerando el aumento de la población mundial? ¿De dónde surgen?

-Hace poco leí en el diario que en unos años los robots van a reclamar derechos humanos. El alma puede entronizarse doquiera existan las condiciones de expresión individual que le sirvan para desarrollarse, ya sea un robot, un muñeco biológico...

-Gatos, perros, caracoles, mariposas... ¿tienen alma?

-Sí. Pero habría que remontarse a más atrás, al principio. Son recuerdos del olvido. Antes del tiempo y el espacio, antes de los conceptos aglutinados culturalmente, me veo como una chispa junto a miles de millones de otras chispas que, cuando emergen de su autoconcepción, de su propia ignorancia, viajan a través de ideas por ámbitos desconocidos. En ese viaje una vez vimos unas luces grandes y nos dimos cuenta de que era energía, al igual que nosotras las chispas, y pensamos que si las comíamos y las asimilábamos esa energía pasaría a ser parte nuestra. Ellas eran pocas y nosotras muchas. Algunas dijeron "vamos a la carga" y otras "dejémoslas en paz". El ejercicio de la democracia parece ser muy antiguo, porque al final ahí estuvimos batallando, y tuvimos nuestra primera gran derrota. Fuimos vapuleadas, pero volvimos a la carga y volvimos a ser derrotadas. Las luces determinaron entonces que no habría una tercera batalla y crearon un universo que no es más que una holografía sin realidad propia y que nosotras encontramos tremendamente cómodo: admiramos el sol, el agua, las flores, las plantas; gozamos, sufrimos y aquí vivimos. Este es el universo en que nos metieron y que hace resonancia con nosotras las pequeñas chispas.

-Perdón, la creación de ese universo, ¿podría ser ese pretendido hecho para mí incomprensible llamado Big Bang?



JEFE INDIO SEATTLE:
“EL HOMBRE NO HA TEJIDO LA RED DE LA VIDA: ES SÓLO UNA HEBRA DE ELLA. TODO LO QUE HAGA A LA RED SE LO HARÁ A SÍ MISMO.”

-Hoy es Big Bang, y después va a ser pequeño bang, mediano bang, nada de bang, pues así es la ciencia, cambia. La ciencia no es mi sendero, pues el hombre, en la búsqueda científica, se olvidó del hombre. No buscó desarrollar la telepatía, caminar por el agua, satisfacer el hambre comiendo aire... La proyección de la ciencia representa la incapacidad del ser humano para penetrar en los misterios de su alma, y ha hecho que el hombre sea dependiente de la máquina y no de las verdades supremas. Tú, con un plato de tallarines y un kilo de carne, desafías a Dios, desafías la bondad, desafías todo porque estás con la guata llena.

-Volvamos entonces al principio, a las luces que les crean un universo a las chispitas para mantenerlas bajo control.

-Una de las luces descolgó una huincha, el ADN, y les dijo a las otras: "Esta es la cárcel por esencia. Las chispas la van a lavar, a maquillar, a estirar, a amar, van a hacer todo lo posible por nunca salir de ahí, y así estaremos seguras. Sólo liberaremos a aquellas que lleguen a estar incapacitadas para dañar." Y así, las luces carceleras crearon las primeras versiones de nuestros cuerpos y a cada cual le asignaron uno según su grado de compromiso en la batalla. Los más crueles representaron a los animales más feroces, los que tienen más dificultades para evolucionar. Hay muchas personas que recuerdan haber vivido encarnados como animales. Estamos, pues, presos, y mira qué cosas hacemos por no abandonar nunca el cuerpo. No queremos la muerte, en circunstancias que es entonces cuando tenemos más conciencia al no estar encerrados en un cuerpo que nos obliga a tener suelo para pisar, aire para respirar, comida para nutrirse. Empiezas a juntar más y más cosas, creas necesidades y eso te hace feliz y te distrae. Nunca estás quieto, buscas placer, tienes dolor, vives. Mejor sería dormir el cuerpo y despertar la mente. Sólo las almas que están preparadas para desoír las sinfonías graciosas de los menesteres orgánicos son las que pueden escuchar la gran música del silencio. Es curioso: el premio absoluto para el ser humano es dejar de ser humano, es la muerte, es morir como hombre para alguna vez nacer como ser superior.

-Las chispitas condenadas, ¿de dónde surgen?

-Se supone que existe un gran motor, pero todo eso está tamizado por el cerebro, entonces son explicaciones lógicas, y la verdad no pertenece a las manos frías y crueles de la lógica. El Baga Bagdita dice: "Y Dios deseó hacerse múltiple dentro de la unidad..." Misterio insondable...

-... que sólo podría comprenderse con una plena sabiduría.

-El hombre tiene inteligencia, que no es sinónimo de sabiduría, que es la energía que tienes que gastar para abandonar para siempre tu condición de humano. Con inteligencia se puede hacer una bomba que destruya el planeta, pero... mejor sería lograr hollar el sendero del amor.

-Correr los límites mentales para llegar al verdadero descubrimiento del amor.

-Porque a pesar de la holografía, de lo irreal, de lo peligroso de esas hondonadas de la naturaleza en que la mente científica e inteligente se pierde en estudios estériles, hay algo que está compenetrando todo, algo a lo que podemos acceder si realmente queremos, algo de una naturaleza suprema. ¿Serán las chispitas que tenían adentro las chispas y que son parte de la divinidad misma? Basta con que el hombre se encuentre en alfa, allí donde no está peleando con nadie, para que empiece a buscar y vea la serenidad. En la historia de la conciencia, el ser humano es de una condición baja, pero sin embargo en lo personal se puede hacer mucho. En meditación he entendido que los principios químicos y físicos de mi cuerpo están también en los otros cuerpos, de modo que hay una resonancia que puedo hacer armónica o desarmónica de acuerdo al control más generoso o más egoísta de mis emociones.

Cuando logro verme en los reflejos de la naturaleza que percibo -en el vidrio, en la otra persona, en el escritorio, en la lámpara- siento que mi parte más inferior se va diluyendo y voy adquiriendo una conciencia más dadivosa, con más perdón. Me agrada poder verme en el todo, sentirme en lo demás, en mi entorno. Es muy grato. La naturaleza de la creación del ser humano es sabia porque puso en el cerebro unas células-espejo que consiguen que te identifiques con tu interlocutor, con lo que más crees que se parece a ti. Sin esas células, eres un psicópata.

-Supongo que, según ese grado de identificación, cuando mueres, queda determinado si podrás liberarte de reencarnaciones futuras o tendrás que reencarnarte de nuevo. Pero, ¿por qué hay niños que mueren al ser paridos o que nacen muertos? ¿Es que el hecho de ser parido y el de pasar por el tránsito a la muerte son experiencias fundamentales para evolucionar?

-Mientras haya un sí mismo capaz de darse cuenta, son experiencias útiles. Si la guagua tiene el trauma del nacimiento...

-Y por otro lado, Buda, Cristo, son almas que se encarnan a voluntad sólo para venir a cumplir una misión...

-Da la impresión, pero las religiones han trabajado mucho sobre estas telas y terminan haciendo pinturas a imagen y semejanza de las conveniencias socio-históricas de un grupo determinado que se esconde tras una religión.

-Y la persona que no se reencarna, ¿qué pasa con ella?

-Pasa a otro mundo. Lo que me sorprende mucho, a un grado inquisitoriamente preocupante, es que se diga que nadie ha visto el mundo de los muertos y ha vuelto para contarlo. Tenemos muchos médicos que se han especializado en la vida después de la vida, son famosos, para qué nombrarlos. Yo he ido allí, como otros miles, y sorprende algo: hay sol, plantas, casas, árboles... nada es diferente, y este cuerpo físico es semejante a ese cuerpo. Pero existen otros fenómenos: por ejemplo, los colores son vivísimos, da la impresión de que hablan dentro de tu conciencia. Las células-espejo están mucho más activas. Allí también usas ropa, hay un piso que pisar, no estás tocando el arpa en una nube... Ahí aprendes, te reúnes con personas más sabias, con ellas programas un poco tu vida y después vuelves para acá a hacer lo que te gusta. A los que siguen el programa les va muy bien, pero los que no, sufren, aunque sean exitosos materialmente. Hay un libro, desclasificado, que es muy sabio sobre las vicisitudes del alma en los intermedios entre vidas, llamado "La vida entre las vidas", de Joel Whitton y Joe Fisher.

-Uno viene, pues, con un plan de vida que no está en la conciencia, de otro modo sería como dar un examen sabiendo las preguntas de antemano. Pienso que la vida de un ser humano, tal cual la vive, es el plan. Esta idea es rechazada, en general, porque se dice que, de ser así, no existiría el libre albedrío. Para mí sí existe, simplemente por el hecho de que la conciencia desconoce el plan.

-Si uno se desvía, entonces se restringe la capacidad de elección y después se tendrá un programa más ceñido al sufrimiento. Mi propia experiencia: nací muchas veces en Europa para morir de frío y hambre. No tenía elección, porque necesitaba mucha experiencia de dolor. Se comienza a tener independencia cuando uno se ha ganado su libertad.

-Entonces, mientras más evolucionados somos, mayor libre albedrío tenemos, lo que implica también tener mayor responsabilidad.

-Mientras más avanzado sea el hombre, más lejos está del disfrute mundanal, que establece lazos de placer que amarran. Esto sucede con la comida, las drogas, el sexo, el estatus social y económico, la inteligencia sin bondad... Hoy día en las universidades se estudia no para ser mejor persona, sino un mejor engranaje en la máquina de destrucción acelerada de la condición suprema del humano. El hombre prefiere morir ignorante y con mucho dinero que pobre y sabio. Necesitamos hombres buenos, no hombres hábiles. Sólo la individualidad puede conseguir liberación. No hay liberación masiva. El individuo es responsable de su propia vida. Alguien que alimente su caldera interna de odios afecta al entorno, que se devuelve y ataca, y llegan las agresiones y enfermedades. Cuando alguien se enferma no sólo tiene que preocuparse de él mismo, sino también del entorno, pues él, en ese momento, si no está bien, es el punto de quiebre de una red integral. Constituimos un sistema de ayuda múltiple y mutua, de modo que si dejo el chocolate arriba de la mesa para compartirlo contigo y no me lo llevo a mi dormitorio para comérmelo solo, estoy fortaleciendo la red de la cual vivo. ¿Cómo decir las cosas para que no dañen? ¡Yo soy sincero, digo lo que pienso! ¡No! Cuando se es grotesco diciendo lo que se piensa se está menospreciando al resto de la red. Hay hombres que creen que pueden retar a la esposa, a los hijos, porque es el jefe. ¡No es jefe, es parte de la red! Si se corta la telaraña, caemos todos. Hay una frase de un hombre sabio, el jefe indio Seattle, que en una carta al Presidente de EE.UU. Monroe, dice algo así: "... Y este hombre blanco, que habla cara a cara con su dios en el paraíso, ignora que tanto él como su dios son parte de la misma trama. Lo que el hombre le hace a la vida se lo hace a sí mismo..." ¡Qué sabiduría, qué belleza! DdO

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